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Toma de decisiones. “La mejor manera de prever el futuro es comprender el presente”
13-09-2019
“CEDEC plantea la consultoría desde un punto de vista humanista”
Durante toda la historia, el ser humano se ha enfrentado, tanto desde el punto de vista individual como colectivo, a múltiples dilemas. De la correcta elección de las alternativas posibles ha dependido, en gran medida, su progreso y evolución.
Para ello, la Naturaleza nos ha ofrecido un regalo maravilloso: el libre albedrío, es decir, la capacidad de decidir.
Por lo tanto, se puede concluir que, de la calidad de las decisiones que tomamos depende, en gran medida, nuestro desarrollo personal. Por otro lado, en función de la actividad o del papel que la vida nos ha reservado a cada uno de nosotros, la cantidad de decisiones a las que debemos enfrentarnos puede ser muy variada. Pero es una realidad palpable que en el mundo de la empresa, el número de las decisiones a tomar y su relevancia están muy por encima de la media.
En el Grupo CEDEC, como colaboradores privilegiados en la Gestión Estratégica Empresarial, vivimos diariamente con los empresarios este proceso de toma de decisiones. De hecho, podríamos decir que vivimos en el mundo de la toma de decisiones, ya que ese es el único camino para el progreso empresarial (a no ser que queramos dejar en manos del azar o de terceros nuestro futuro).
En las empresas, precisamente, algo que diferencia a la propiedad, a los directivos, a los cuadros y a los trabajadores es la limitación en la toma de decisiones. Cuanto más alto subimos en la jerarquía, más importantes y críticas son las decisiones a tomar.
Los elementos que favorecen la correcta toma de decisiones son múltiples: la identificación del problema, el análisis de las alternativas, el conocimiento de los recursos disponibles y la adecuación a una determinada estrategia empresarial. Pero en el Grupo CEDEC sabemos que lo más importante, el inicio de toda decisión, depende de la calidad de la información disponible.
No nos referimos a la cantidad de información disponible, sino a su pertinencia. Para saber lo que va a pasar en cada uno de los escenarios y alternativas futuras que pensemos, debemos comprender la situación actual en profundidad.
La historia nos da cientos de ejemplos de errores que se cometieron por no comprender bien la situación presente. Sirva como muestra de ello la siguiente anécdota:
Tras la Segunda Guerra Mundial, cuando se decidieron las distintas indemnizaciones que Alemania debería satisfacer a los países aliados, a Inglaterra se le ofreció la compañía de automóviles Volkswagen como compensación a sus “gastos” de guerra.
Los británicos contestaron que los coches con motores en la parte posterior no tenían futuro y se contentaron con hacer un pedido de 20.000 unidades para ayudar a relanzar la empresa en Alemania, que pasó de nuevo a ser controlada por el Gobierno alemán.
Unos años después, en 1959, Volkswagen producía casi 4.000 coches al día, habiendo llegado a su vehículo un millón…
Esto nos enseña que, de alguna manera, no se conocía la realidad del momento y ese error de análisis conllevó a una decisión absolutamente desafortunada.
Analizar una empresa no es simplemente conocer sus datos, su situación, su mercado o su personal. Analizar significa comprender.
Para el Grupo CEDEC analizar una empresa es vivir una experiencia única de reflexión y de inmersión en el mundo de la empresa, relacionando informaciones, causas y efectos, deseos y objetivos, y realidades internas y externas para proponer soluciones concretas, factibles, realistas y adaptadas a la situación, que permitan al empresario tomar las mejores decisiones.