Family Partner
La empresa familiar y sus retos en la actualidad
16-11-2020
“CEDEC desde el liderazgo de las empresas de Consultoría de pymes a nivel europeo. Con un constante análisis de las diferentes situaciones, siempre aporta las mejores soluciones para aprovechar las oportunidades y vencer cualquier amenaza. Al final, nuestro objetivo es ayudar al empresario a creer que existe otra realidad, que su empresa puede y debe gestionarse de maneras distintas y convertirse en lo que él siempre había soñado….”
La familia empresarial siempre está llena de retos. Entre estos retos es necesario destacar los siguientes: modelo de negocio, líneas de comunicación, profesionalización, implicación de las personas y relevo generacional. Aunque los analizamos por separado, los cinco están íntimamente relacionados.
El modelo de negocio es el primer reto, y actualmente está en primera línea debido a la Covid 19. Hay que adecuar los planes estratégicos y prestar máxima atención a la previsión de tesorería, porque "mientras hay dinero hay esperanza". Prestar atención al negocio significa tomar las decisiones teniendo en cuenta que "lo que es bueno para la empresa a la larga es bueno para la familia ", y esto puede significar tomar decisiones familiarmente difíciles.
"El sustantivo es empresa; familiar, el adjetivo. "
Los canales de comunicación es el segundo reto.
"La comunicación es la mejor herramienta para las relaciones entre los miembros ", y en las familias empresarias puede ser más difícil que en las demás.
Puede haber un excesivo respeto por la autoridad, sobre todo si es del fundador; puede haber miedo de los conflictos, porque sus consecuencias pueden repercutir a cualquier escala y sobre todo en el seno de la familia.
Hay que cuidar la comunicación dentro de la familia y entre la empresa y la familia. Y en momentos de crisis es cuando se recogen los resultados de la práctica anterior, ya que los puntos de vista de los familiares que trabajan en el negocio y de los que no, pueden no coincidir, y ser a su vez todos legítimos. Es fundamental que todos los miembros de la familia empresaria sean conscientes de la realidad, de lo que se están jugando, sin transmitir catastrofismos. Por ello, si la comunicación se ha convertido en un hábito la situación podrá sobrellevarse con mayores garantías.
¿Como se entera la familia de lo que pasa en la empresa? ¿Por los amigos o conocidos? Hay que crear buenos canales de comunicación.
La profesionalización de la empresa, de sus integrantes, de sus procesos y de los órganos de gestión es el tercer reto. Una empresa se regirá por la meritocracia, "lo peor es tratar la empresa como familia y la familia como empresa ". en momentos de alto desempleo, la presión para relajar los requisitos de entrada de familiares puede ser muy alta.
Una cosa es darles trabajo, en condiciones de mercado, antes que, a los no familiares, y otra es poner en puestos de dirección o de gobierno personas no cualificadas. La existencia de órganos de gestión como comité de dirección y consejo de administración o asesor, con profesionales no familiares, es una garantía de profesionalización y conviene evaluar su funcionamiento.
Implicar es el cuarto reto.
Hay que implicar a los colaboradores, porque "el éxito suele ser fruto del trabajo en equipo ". Hay que intentar implicar a toda la propiedad, trabaje en el negocio o no, porque quizás hace falta su colaboración; por ejemplo, reduciendo la retribución del capital. Y sobre todo tenemos que implicar también, a la generación siguiente.
Quizá no trabajarán en la empresa, pero ¿querrán ser propietarios? ¿Por qué? En momentos de crisis como los actuales es muy fácil caer en la transmisión, tal vez inconsciente, de sólo aspectos negativos de la responsabilidad empresarial y olvidar la satisfacción que supone participar en la creación de un proyecto que puede ser muy motivador y que puede implicar a un número importante de personas.
La existencia de órganos de gestión efectiva de la empresa y de la familia en que haya una comunicación sincera es una gran ayuda para implicar a toda la familia. Las nuevas generaciones pueden aportar mucho en momentos tan disruptivos como los actuales. Aprovechemos para implicarlos.
El relevo es el último gran reto de la familia empresaria. Hay que planificar tres relevos, en la gestión de la empresa, en la propiedad y en el liderazgo de la familia, y no necesariamente deben coincidir ni en el momento ni en la persona. Respecto al relevo a la propiedad, conviene tener en cuenta las recientes reformas impositivas en algunas Comunidades, que impide aplicar bonificaciones en la cuota del impuesto de sucesiones si se hace reducción de base imponible por empresa familiar. En el relevo hay que tener en cuenta a los predecesores (¿Qué harán? ¿De qué van a vivir?), a los continuadores (¿Tienen voluntad? ¿Están capacitados?), a La empresa (¿Qué cambios deben hacerse?) y a la familia (¿Qué actitudes tomará cada persona?).
Para superar estos retos ("La suerte es muy importante, pero vale más que te coja trabajando ") hay que trabajar los cinco retos; para garantizar al máximo la continuidad de la familia empresaria, y un trabajo bien hecho empieza por una planificación adecuada en la que quede claro dónde estamos, dónde queremos llegar y cómo haremos el camino; porque "la planificación no garantiza la felicidad, pero aumenta la probabilidad de éxito”.