Si no te gusta tu situación muévete ¡no eres un árbol!

13-09-2019

Equipo CEDEC

Anticipación Vs Reacción

Un árbol es estático sólo en apariencia. En realidad, está permanentemente renovando follaje, quitando recursos al árbol vecino, buscando nuevos substratos con sus raíces y lanzando semillas para expandir su dominio. Si no lo hiciera, la competición con sus vecinos por los recursos inmediatos lo dejarían árido en poco tiempo. De hecho, los árboles poseen multitud de estrategias para actualizarse, competir y perpetuarse continuamente. Cuando más activa es una especie en buscar recursos, más fuerte se hace y con mayor rapidez se propaga. En la naturaleza la pasividad es condenatoria.

Usted debe preguntarse: ¿Es su negocio más estático que un árbol?

Muchos negocios incorporan algún elemento que, en su momento, les hacía competitivos. No obstante, ahora, esa ventaja se ha perdido o ha sido asimilada por el entorno. El elemento de valor añadido de antaño se ha convertido en un elemento del montón, y, por lo tanto, sus clientes sólo están dispuestos a pagar poco dinero por él (o a no asumir incrementos de precio, aunque a usted se le haya encarecido la fabricación), y sin duda, están en búsqueda activa de sustitutos.

A menudo, los negocios no saben dónde se origina realmente su ventaja competitiva. Por lo tanto, desconocen cómo alimentarla o renovarla. Erróneamente, piensan que ésta seguirá existiendo ad infinitum. Sin embargo, no se han dado cuenta que toda ventaja competitiva es una estrategia finita hasta que llega el siguiente ciclo de mejoras o sustitutos en el sector. Entonces, esa empresa antes competitiva pasa a ser un negocio tradicional. Que no es más que un eufemismo para decir empresa anticuada o envejecida. Recuerde que una empresa no sólo queda obsoleta por perder el tren de la innovación o el de la tecnología. También, si no se renueva o replantea el factor management, el enfoque de servicio o el concentrarse en lo que es clave.

Con un modelo de negocio no actualizado en competitividad; una situación de aumento del entorno competidor, la disrupción sectorial, la ralentización de la economía o el agotamiento de las personas clave, pueden convertirse en complicadas crisis de negocio. Si algo provoca dichas situaciones es la desaparición de recursos para reinvertir y renovarse.

Si parte de un modelo de negocio no actualizado en competitividad o desconoce las amenazas de ciclo, así como los factores de la competitividad de su sector actual; usted parte de una situación de inferioridad y subordinación. Lo que debería ser una actualización competitiva de su empresa, se convierte en una crisis de negocio.

De la misma manera que se tarda mucho más en morir de inanición que de un atracón, los efectos de la pérdida de competitividad son lentos y difíciles de revertir. No obstante, son fáciles de determinar si se hace un exhaustivo y no sesgado análisis de la situación. Aunque los efectos de la falta de competitividad sean lentos y permitan buscar excusas culpando a otros, un empresario debe siempre buscar ayuda en la medida que detecta que su entorno se va volviendo árido, y las oportunidades cada vez cuestan más de encontrar. Sepa que las excusas y las culpas no han reverdecido nunca ningún árbol. 

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