#MeToo en la pequeña empresa...

El movimiento #metoo ha tenido la repercusión que estamos viviendo desde finales de 2017 en diversos sectores, con conmovedores testimonios de empleadas que han sufrido acoso sexual en el ámbito profesional con un impacto emocional -siempre- y profesional -a menudo-.

Aunque se han producido algunos casos de gran repercusión en la industria del entretenimiento y el sector audiovisual, han salido a la luz pocos testimonios de acoso sexual en pequeñas empresas. Sin embargo, el fenómeno afecta a todos los tipos de sociedad y debe tomarse en serio sea cual sea la estructura de la empresa.

Un estudio realizado en 2018 por SourceMedia reveló que los encuestados de organizaciones que emplean a menos de 100 personas son más propensos a decir que el acoso sexual está extendido en su sector de actividad que los de las grandes empresas.

Además, las denuncias de acoso van en aumento, lo que puede tener un impacto directo y financiero en la empresa.

¿Cómo debemos reaccionar ante este fenómeno?

Como empresario, lógicamente le preocupa que las relaciones en el lugar de trabajo sean tranquilas, productivas y libres de acoso.

En primer lugar, puede considerar la posibilidad de establecer un procedimiento de alerta realista y tomarse en serio cualquier queja de los empleados. A continuación, corresponderá a RRHH investigar las quejas, con la mirada externa de un consultor si es necesario. Este tipo de procedimiento tiene la virtud de poner a todos en el mismo nivel de información y de sugerir que la empresa no permitirá ni encubrirá comportamientos inadecuados.

Entonces, para prevenir o gestionar el acoso, es interesante formar a todos los empleados en este tipo de fenómeno. Esta es una forma de garantizar que los directivos y los empleados conozcan las leyes y las respeten en la empresa.

Además, es posible asegurar la empresa contra los procedimientos judiciales relacionados con el acoso o la discriminación. Un seguro adecuado cubrirá los costes de defensa de la empresa, así como cualquier acuerdo o sentencia.

Pero es bien sabido que en este tipo de situaciones siempre es mejor prevenir que curar. Porque un caso aislado puede hacer que el ambiente de trabajo sea perjudicial y dañe a toda la organización.