¿Es necesario un Comité de dirección en una pequeña empresa?

Puede parecer inútil o incluso una pérdida de tiempo tener un Comité de dirección que se reúne cada vez que haya decisiones importantes que tomar. Sin embargo, Cedec recomienda la creación de un comité de dirección por varias razones. 

Para validar las decisiones con más retrospectiva

¿El gerente (y a menudo fundador) de la empresa toma las decisiones estratégicas en solitario? Tener un comité ejecutivo le permitiría expresar sus ideas, confrontarlas con otros puntos de vista y tomar la decisión final con pleno conocimiento de causa. Por tanto, confrontar diferentes puntos de vista puede ser beneficioso. Nadie le quitará la capacidad de decisión, pero escuchar siempre es positivo.

Generar más apoyo para el proyecto de la empresa

Al compartir sus decisiones en el comité ejecutivo, el director general comunica su visión de la empresa a sus directivos y permite así un verdadero flujo de información de los directivos a sus equipos. Es una buena manera de asegurarse de que todos se comprometen con el proyecto de la empresa. 

Reforzar el rendimiento colectivo en paralelo al rendimiento individual

Como en el fútbol, el rendimiento individual no es nada si no va acompañado del trabajo en equipo. El comité de dirección puede ayudar a los departamentos a trabajar mejor entre sí: Ventas con Marketing, Logística con Servicio al cliente, etc.

Ahorrar tiempo en la puesta en común de ideas

Cuando todos reciben instrucciones al mismo tiempo, se evita la distorsión de los mensajes y el cuestionamiento de las decisiones estratégicas. Además, refuerza el valor de los directores para su equipo, dándoles aún más legitimidad y liderazgo. 

Entonces, ¿cómo se hace?

Cedec recomienda, en primer lugar, tener una idea clara de los puntos fuertes de la empresa: no todo el mundo tiene que estar presente en el Comité de Dirección, ya que, de lo contrario, la toma de decisiones se hace difícil y las reuniones pueden ser largas. 

Cedec puede acompañar al empresario en este análisis de los puntos fuertes presentes en la empresa.

En un segundo paso, el empresario puede convocar una primera reunión de todos los miembros del Comité de Dirección y comunicar las normas de funcionamiento, que habrá definido previamente. Si todo el mundo está de acuerdo, se puede constituir el Comité de Dirección.

Lo ideal es que se reúna con la suficiente frecuencia para poder dirigir la empresa de forma óptima, pero no con demasiada frecuencia para no caer en la micro gestión. 
Además, como en todas las reuniones, es preferible haber elaborado un orden del día de antemano y haber preparado los elementos que habrá que discutir durante la reunión. Esto es más eficiente. 

Al final de cada reunión, todos deben tener una lista de tareas pendientes, que será objeto de revisión en la siguiente reunión del comité. Entonces es que la reunión ha sido un éxito y la empresa puede seguir avanzando en la dirección correcta.