El modelo de Excelencia Empresarial

El modelo EFQM de Excelencia Empresarial es un instrumento práctico que permite a las organizaciones y empresas establecer un sistema de gestión apropiado, midiendo en qué punto se encuentran dentro del camino hacia la Excelencia, identificando posibles carencias y definiendo acciones de mejora.

La historia de la Calidad aplicada al ámbito empresarial viene de muy lejos. Fue un armero francés, en el siglo XVIII, que pensó en la posibilidad de fabricar piezas estándar y montarlas a posteriori.

A partir de ese momento, el proceso se fue ampliando con la producción en cadena (Henry Ford), la definición de las especificaciones de las piezas, la creación de departamentos de inspección de la Calidad, el control del proceso y,…y ya a mediados del siglo pasado, la implantación de mecanismos de aseguramiento de la Calidad, Gestión de la Calidad Total y, por fin, la Excelencia Empresarial. En los años 90, la European Foudation for Quality Management (EFQM) establece ya las bases del modelo europeo de Excelencia.

Dentro de las múltiples ventajas de la aplicación de un modelo de Excelencia, podemos resaltar que permite a una organización establecer un mismo lenguaje y modo de pensar, así como convertirse en una herramienta de diagnóstico, detectando puntos de mejora para implantar las acciones correctoras pertinentes.

El modelo EFQM de Excelencia parte del control permanente de 9 criterios empresariales.

Los 5 primeros son los llamados Agentes Facilitadores: Liderazgo, Personas, Estrategia, Alianzas y Procesos.

Los 4 siguientes son los diversos Resultados: en las personas, en los clientes, en la sociedad y los Resultados clave empresariales.

Todos estos criterios son coherentes en su ordenamiento. El liderazgo es el que permite gestionar las personas de la organización, definir estrategias y consolidar las alianzas con clientes y proveedores para la mejora continua de los procesos.

Tras ello, no se pueden pretender conseguir de manera continua en el tiempo los resultados clave de manera continuada. Sobre todo, si , previamente, no se han establecido previamente las bases para conseguir resultados en los colaboradores, en los clientes y en laen la sociedad.

CEDEC ha colaborado conen miles de empresas europeas en la implantación de mecanismos coherentes con este modelo. Siempre, considerando siempre que la empresa excelente es aquella que la propiedad desea tener.

Pero independientemente de los objetivos empresariales, CEDEC considera que el concepto de Empresa Excelente implica que:

• El cliente se convierte en lo más importante
• Toda la organización está implicada en la satisfacción de los clientes
• Toda la organización está implicada en la mejora continua
• El cambio forma parte natural de la vida empresarial
• Existe coincidencia entre los objetivos de las personas y los de la empresa
• Se estimula la participación y la creación
• Los directivos delegan
• Se gestiona con datos objetivos, indicadores, previsiones y escenarios alternativos.