¡Deje que le reten, saldrá ganando!

13-09-2019

Equipo CEDEC

El intraemprendedor, ese inesperado visitante.

La evolución y la mejora empresarial tienen dos conceptos clave: el compromiso de los empleados y la cultura corporativa (ese ecosistema que configura actitudes, desempeños y niveles de energía). Cuando éstos están en perfecta sintonía, dan lugar a lo que hoy en día llamamos intraemprendedores. Estos son los empleados más dinámicos de la empresa. Los que actúan para conseguir esa evolución empresarial de la que hablábamos al inicio. Más le vale tener unos cuantos dentro de su organización, ¡porque hacen muchas cosas!

¿Quién es y qué aporta el intraemprendedor?

El intraemprendedor es ese perfil que escasea e importuna porque, aunque siendo disciplinado y comprometido, no es de perfil obediente. Si lo fuera, estaría asimilado por la mediocridad, cosa que él detesta. Es valiente, ofrece resistencia y es suficientemente decidido como para tratar de modificar dinámicas que sabe que deben evolucionar. Sus propuestas suelen venir acompañadas de análisis y visión. Siempre es intencionado y táctico. Aunque está dispuesto a pasar un tiempo de relleno, el intraemprendedor quiere formar parte de los que van delante. Ante todo, se niega a trabajar en una empresa que ha decidido no competir. Si usted es propietario de una empresa o responsable de management, es importante saber reconocerlo y, sobre todo, no confundirlo con una persona impulsiva sin criterio o un tonto con iniciativa, perfil que sin duda, no escasea tanto.

Los intraemprendedores vuelan

Las estructuras organizativas demasiado rígidas impiden que el intraemprendedor bata sus alas y renueve el aire interior de una empresa. Si eso sucede, acaba alzando el vuelo y se va hacia las empresas que sí han decidido competir. Lo que nunca hará un intraemprendedor nato es quedarse sentado sin hacer nada. Su naturaleza lo mantiene en una dinámica competitiva. No es de pensamiento convencional. Estos perfiles profesionales  son en realidad, una fuente de fortaleza para la empresa que lo entiende e integra. Usted debe buscar intraemprendedores. Son locomotoras internas y creadores de competitividad, hecho que es bueno para su empresa, sus herederos y sus dividendos

El intraemprendedor es, por lo tanto, una figura que ha existido siempre en todas las épocas y contextos sociales y empresariales que en algún momento han superado limitaciones o roto dinámicas negativas. Es el mecanismo por el cual las cosas evolucionan al siguiente nivel. Es el puente. Es la figura del dinamizador, del líder sordo en segundo plano creando oportunidades, del comprometido, del creativo con visión, del retador, del incómodo, del motor o del batallador. Puede ser un hijo, un operario, un comercial, un director, un ingeniero o uno que pasaba por allí que, fijándose en nuestro potencial, ha decidido romper por nosotros esa frontera imaginaria que le separa del éxito significativo (como lo son el 70% de los límites que las empresas creen tener). El intraemprendedor sabe que existe un número incalculable de empresas que son menos de lo que podrían ser, por falta de imaginación, ambición y anquilosamiento.

 

Se da una paradoja interesante: en una empresa que va mal, los primeros en abandonarla suelen ser los mejores empleados e intraemprendedores que detectan una ausencia de reacción incurable. Se van porque su visión les permite anticiparse y siempre encontrarán trabajo fuera. Sin embargo, los empleados más estáticos y competitivamente pasivos suelen permanecer en la empresa, porque salir a buscar trabajo sería mayor crisis que quedarse en su zona de confort.

Ello acaba configurando dos tipos de empresa: Unas que atraen a un porcentaje importante del perfil intraemprendedor y actividad, y otras que estancan en su interior a perfiles más conformistas y de músculo flácido. Las primeras empresas son dinámicas, anticipadas, innovadoras y con altos niveles de energía. En las segundas impera el bajo desempeño, y las iniciativas de mejora chocan con una actitud apática bañada de excusas, que impide que el trabajo sea realmente efectivo (por planes que tenga un jefe bien intencionado).

El intraemprendedor da trabajo al sistema porque lo reta, cierto. Sin embargo, es trabajo necesario para mantener la ventaja competitiva en forma. Para un líder, el contrincante no debe ser ni el intraemprendedor ni su iniciativa, lo debe ser el adormecimiento del conjunto de los otros.

Existe ese dicho tan interesante que dice, “si cree que tener empleados con iniciativa da trabajo, espere a ver el trabajo que da tener trabajadores sedentarios!”

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