Be water my friend (Bruce Lee) - La Consultoría Tradicional en la Sociedad Líquida

20-04-2020

Juan Sánchez y Oriol Colomer

Zygmunt Bauman es uno de los más conocidos Sociólogos, falleció en 2017 a los 91 años. Bauman, pensador de referencia, fue quien desarrolló el concepto de Modernidad Líquida, nombre que le dio a la sociedad en la que vivimos actualmente. 

¿Que entendía Bauman por Modernidad Líquida?

Bauman define la sociedad actual como una sociedad en cambio constante y transitorio, ligada a factores educativos, culturales, laborales y económicos. La denomina líquida para expresar la inconsistencia de las relaciones humanas en todos los ámbitos, en especial en el afectivo, en el laboral, en el económico. Esa sociedad líquida en cambio constante, genera una incertidumbre constante.  
Bauman acuña esta denominación en contraposición a la sociedad precedente, la sociedad sólida. La anterior sociedad, previsible y programada, en la cual las personas aspiraban a ser contratadas por una compañía y permanecer en ella hasta retirarse. Pero en la sociedad actual, el mercado marca las reglas y este es incierto, exige renovación y cambios desde la propia empresa, pero también desde las propias expectativas profesionales. Las ideas, los puestos de trabajo, las motivaciones… ya no duran para siempre y pasan a ser efímeros y estar regidos por la mutabilidad. Bauman dice en su libro Modernidad Líquida:

“…Todo cambia de un momento a otro, somos conscientes de que somos cambiables y por lo tanto tenemos miedo de fijar nada para siempre. Probablemente su Gobierno, como el del Reino Unido, llama a sus ciudadanos a ser flexibles. ¿Qué significa ser flexible? Significa que no estés comprometido con nada para siempre, sino listo para cambiar la sintonía, la mente, en cualquier momento en el que sea requerido. Esto crea una situación líquida. Como un líquido en un vaso, en el que el más ligero empujón cambia la forma del agua. Y esto está por todas partes.”

¿Cómo afecta está situación a la empresa actual?

El mundo empresarial, no es ajeno a las evoluciones sociales, al contrario, como organización social que son, las empresas han influido de forma decisiva en el cambio. Tengamos en cuenta que gran causa del cambio ha sido la sociedad consumista y la respuesta que las empresas han dado a la insaciabilidad del mercado. Pero, ahora corren el riesgo de quedarse fuera del mismo si no cambian su forma de interactuar con el mercado y con la sociedad. Deben alinearse con esa evolución e incorporar esa necesaria flexibilidad. El mercado tradicional ha desaparecido, el cliente tradicional ha desaparecido y la forma de acercarse y dirigirse al nuevo mercado debe cambiar. En consecuencia, sólo las empresas que tenga esa capacidad de adaptación, de flexibilidad sobrevivirán. Por tanto, las empresas necesitan flexibilidad para un cambio constante y aprender a convivir en este mundo de incertidumbre donde nada es ya constante excepto el propio cambio. Ha llegado el momento de desaprender para volver a aprender. Nada es para siempre, las empresas que perviven son aquellas capaces de adaptarse a los nuevos tiempos. Vivimos tiempos de cambios, y de grandes desafíos, las nuevas tecnologías ponen a prueba de manera permanente a las empresas y su no adaptación, condiciona su crecimiento y, en consecuencia, su estabilidad, continuidad, en suma, su supervivencia. 

Entonces, ¿Cómo pueden afrontar las empresas este cambio inevitable e irreversible?

Pues, convirtiéndose en una empresa “líquida”. En el contexto actual la única certeza es la incertidumbre en la que estamos sometidos que hacen difícil prever los escenarios que el futuro traerá. Lo que si podemos aseverar es que la incertidumbre genera inseguridad y esto requerirá una gran dosis de adaptabilidad, de flexibilidad en las estructuras empresariales para afrontar con agilidad los cambios que se avecinan. 

¿Cómo interviene la consultoría tradicional o artesanal en esta nueva sociedad? 

La incertidumbre dirige los mercados, la clientela es caprichosa, los colaboradores cambian con frecuencia, pero la empresa debe dar respuesta a esta situación. Eso sólo se consigue, mediante la flexibilidad, generando las estructuras adaptadas para que ello ocurra, requiere asociarse con profesionales que guíen los cambios, que refrende la situación y que colaboren periódicamente en el seguimiento y en la integración de las nuevas estructuras organizativas, que, al mismo tiempo, auditen el buen funcionamiento de estas. La consultoría artesanal, existen para encontrar los puntos donde apoyar las palancas que impulsen el futuro de la empresa. Ayudando a la interpretación de los nuevos usos y costumbres del mercado. 

En cierto modo el empresario asume dos retos importantes la “liquidez” en el mercado y en la propia empresa. La del mercado obliga a esa adaptación constante, pero la propia de la empresa obliga a generar lo que se ha dado en llamar intraemprendeduría. El objetivo es satisfacer al mercado, pero también fijar el talento a través de la promoción de este, desde dentro de la empresa, orientándolo de manera efectiva hacia el interés no sólo del empresario, sino de toda la empresa y del futuro de esta. 

La consultoría tradicional, tiene soluciones a ambos problemas, por un lado, trabajar en crear estructuras organizativas apropiadas a la inestabilidad del mercado y, por otro lado, crear estructuras internas que permitan desarrollar la intraemprendeduría, permitiendo dar salida a las expectativas de los colaboradores. Trabajar en la flexibilidad de la empresa y, en consecuencia, en la adaptabilidad de esta, requerirá que el empresario deba sacrificar algún beneficio en aras de la continuidad de su proyecto. De hecho, su proyecto ya no será solo suyo, sino, que deberá saber venderlo a sus colaboradores, para integrarlos en la nueva empresa. En ambos aspectos la consultoría artesanal es el aliado perfecto para esa evolución que se exige a la empresa y al empresario

Querido empresario bienvenido a la nueva era en la que toca desaprender para aprender de nuevo. La era del aprendizaje continuo. Lifelong learning, no olviden este término. 

Bauman, en sus últimos tiempos empezó a definir lo que sería la sociedad gaseosa o evaporada … ¿pueden imaginarla? 
 

También te puede interesar

La importancia de decidir el propio futuro: la planificación estratégica como respuesta a la incertidumbre ambiental

Equipo CEDEC

02-05-2022

La importancia de decidir el propio futuro: la planificación estratégica como respuesta a la incertidumbre ambiental

Cuando se habla de planificación estratégica, es inevitable tener en cuenta las crisis económicas actuales, los saltos tecnológicos y las pandemias, acontecimientos que alteran profundamente los planes de los empresarios y que son cada vez más frecuentes. El cambio constante parece imponerse y genera una sensación de desconcierto en muchas empresas, que...

LA RESILIENCIA EN LAS EMPRESAS: ¿UNA MODA O UNA REALIDAD? II EL PROCESO DE CONVERTIR LA EMPRESA EN RESILIENTE

Equipo CEDEC

19-04-2022

LA RESILIENCIA EN LAS EMPRESAS: ¿UNA MODA O UNA REALIDAD? II EL PROCESO DE CONVERTIR LA EMPRESA EN RESILIENTE

Hace unos días que en nuestro artículo LA RESILIENCIA EN LAS EMPRESAS: ¿UNA MODA O UNA REALIDAD? I, aclaramos que la Resiliencia es una necesidad para las empresas que acredita su capacidad para adaptarse a las exigencias del mercado y a los cambios en los deseos y las necesidades de sus clientes. ¿Qué puede hacer un empresario para desarrollar una...

¡Suscríbete a nuestra newsletter!

Recibirás noticias mensuales sobre gestión estratégica empresarial y casos de éxito de nuestros clientes.