El valor económico de los empleados felices en las organizaciones
Las empresas cada vez dan más importancia a
la felicidad de sus empleados. A pesar de lo obvio de esta cuestión, merece la pena abordar cómo su relación incide directamente en la productividad de la empresa, siendo este cambio de enfoque relevante por el impacto notable que representa en cualquier compañía o modelo de negocio.
En
CEDEC somos conscientes que este
cambio de cultura y gestión empresarial, que busca el bienestar de la plantilla, es mucho más que una modificación motivada por la importancia de las responsabilidad social corporativa y demandas de los propios empleados, sino que supone todo un acierto para el éxito de la empresa pues tiene efectos positivos más allá de la propios asalariados. En este
artículo de PuroMarketing se presenta el impacto que tiene la búsqueda de la felicidad de los trabajadores más allá de los resultados esperables, siendo una estrategia que
se traduce en mejores resultados económicos.
Tanto las empresas como la sociedad en general, han puesto de relieve la importancia de velar por sus trabajadores. De hecho a la hora de valorar una oferta laboral se tienen en cuenta los programas internos que se ofrecen a los trabajadores, así como todos los beneficios que contempla cada compañía. Aunque ya se conocía que los empleados trabajan con mejores resultados cuando están satisfechos con las condiciones laborales y los recursos puestos a su alcance, este contexto repercute no solo en el bienestar y felicidad del empleado, sino también en la productividad, el compromiso o la capacidad de la empresa para retener talento, y además
afecta notablemente al consumidor y por tanto a las ventas.
De hecho
, hay que considerar a cada empleado como un embajador, ya que lo que transmite es esencial en la percepción e imagen de marca por parte de sus clientes puesto que actúa casi con mayor relevancia que cualquier campaña o publicidad. La realidad es que todos los empleados de una empresa ofrecen en mayor o menor medida información sobre la misma, ya sea de forma activa o pasiva, y hoy en día de forma más notoria teniendo en cuenta las posibilidades que ofrecen las redes sociales.
A la
cuestión de qué pueden hacer las empresas para que sus trabajadores sean sus mejores ‘embajadores’, la respuesta es sencilla. Desde luego no se puede imponer a un empleado que hable bien de su compañía. Para ello, lo único efectivo es que ellos mismos quieran hablar bien y ahí entra en juego las estrategias que estén orientadas en lograr que el empleado esté satisfecho y contento no solo con su trabajo sino con la compañía. Cada vez las empresas ven como esencial ofrecer a sus empleados las mejores condiciones laborales y diferentes beneficios (conciliación, seguro médico, formación, incentivos…), además de poner en marcha un equipo que vele por desarrollar estrategias de comunicación interna en sintonía con estos objetivos.
Las empresas con empleados felices presentan mejores resultados económicos y de imagen frente a aquellas que no cuentan con una plantilla satisfecha, según se desprende de estudios que han demostrado el valor que ofrece el hecho de apostar por el bienestar de los trabajadores, con la
mejora los resultados económicos, la relación con los consumidores, la imagen de marca e incluso en otras áreas como la innovación.
En
CEDEC, Centro Europeo de Evolución Económica, consideramos que es esencial que las empresas desarrollen estrategias para que los empleados puedan actuar como los mejores representantes o abanderados de la compañía; una pieza clave en la percepción de marca por parte de los consumidores. De hecho, las acciones para mejorar la felicidad de la plantilla tienen un impacto de lo más positivo en todos los aspectos de la organización, y en concreto en el valor económico y la productividad. Este cambio en la gestión de los empleados resulta a día de hoy determinante para seguir dando pasos firmes en el gran reto de la
excelencia empresarial.
Imagen estarta
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