El Mantenimiento: ¿Gasto o Ahorro?
Los
consultores de CEDEC en nuestro trabajo diario en contacto con las
PYMES, en demasiadas ocasiones nos encontramos con empresas en las que el mantenimiento se considera un gasto, cuando en realidad
debería entenderse como un ahorro.
La confusión se deriva sobre cuál es la función del mantenimiento. Para clarificarlo, debemos considerar los
tres tipos de mantenimiento que existen:
-
Correctivo: es el mantenimiento más usual y consiste en la “reparación” de elementos estropeados o que presentan un funcionamiento incorrecto. Es una operación reactiva, es decir, cuando se detecta la avería o la disfunción se actúa. Sin duda es un coste, en tres sentidos:
- No aporta nada nuevo (antes ya funcionaba bien, y tras las operaciones de mantenimiento funciona como antes).
- Suele generar una parada no programada de los procesos de producción (disminuye la producción prevista).
- Puede tener un coste mayor pues el defecto, que en un inicio podía ser pequeño, puede provocar una avería importante. Por ejemplo no es el mismo coste cambiar el aceite a un automóvil que cambiar el motor porque se ha gripado.
-
Preventivo: es el sentido más estricto del mantenimiento y se corresponde con un plan pre-programado de actuaciones que consiste en distintas medidas tales como el engrase de mecanismos, la revisión del estado de las partes más sensibles de una máquina o un proceso, o la revisión general del funcionamiento de los dispositivos de un proceso. Supone un auténtico ahorro, en los siguientes sentidos:
- Hace innecesario (al menos en parte) en mantenimiento correctivo.
- Se puede planificar en el tiempo, lo que no obliga a esfuerzos imprevistos del personal de mantenimiento y además no interfiere los planes de producción.
- El gran inconveniente es que no se percibe como ahorro, ya que los que se producen no resultan tangibles como sí lo son los costes del correctivo, pese a que el correctivo siempre es más caro.
-
Predictivo: consiste en un sistema de detección y diagnostico sistemático de los resultados indirectos de la actividad de los dispositivos de un proceso, para detectar de forma indirecta posibles desgastes o “avisos” de averías de ellos y basado en el concepto que las averías no aparecen de repente. Suele consistir en el establecimiento de unos sensores que miden vibraciones, movimientos o resultados de los procesos en su funcionamiento ordinario y que alertan sobre el desgaste o disfunción de partes del dispositivo, normalmente ocultas a la inspección directa. Suelen ser procesos altamente sofisticados, que solo están instaurados en algunas empresas altamente tecnificadas, aunque en ocasiones puede ser sustituido por la “oreja” u observación del operario / encargado.
En opinión del
Centro Europeo de Evolución Económica, en toda empresa productiva debe llevarse a cabo un
mantenimiento preventivo, que el mismo debe ser correctamente planificado junto con el resto de actividades de la producción y que debe constituir un plan de actividades sistemáticas y periódicas que conlleven auténticos
ahorros en el mantenimiento correctivo de las empresas. Aquellas que tengan las condiciones adecuadas también deben plantearse planes de
mantenimiento predictivo. En todos los casos el objetivo es limitar el mantenimiento correctivo al mínimo de lo posible.
Imagen
Alan Cleaver
2 Comentarios
SánchezT 20/02/2013
JAC 01/03/2013