La gestión participativa de los Recursos Humanos

La gestión de los recursos humanos tiende a ser poco participativa (como sí tuviésemos miedo de mejorar la capacidad de nuestros colaboradores), lo cual contribuye a dificultar sinergias y opiniones de los integrantes de la organización. Hay que considerar que en las empresas y en las personas que las conforman, nos encontraremos con hombres y mujeres, únicos, irrepetibles (aunque reemplazables).

Debemos formar, potenciar y resaltar sus cualidades específicas y sus virtudes. Pero también debemos corregir y soslayar sus defectos. Los trabajadores no quieren ser gestionados colectivamente, como una masa inerte, si no que, por el contrario, exigen ser integrados en la organización y sentirse motivados dentro de la Empresa.



Basándonos en estos principios expuestos, obtendremos una eficaz gestión de los Recursos Humanos de la empresa, transformándolos en un verdadero activo humano. Capital Humano de la Empresa, que debe ser el artífice esencial de la productividad, la calidad y en definitiva, del ÉXITO de la “organización” en su conjunto, abriendo los caminos necesarios para el Desarrollo, la Proyección, la Consolidación y el Futuro de la Empresa.



Hoy en día, la competitividad sólo se puede conseguir comprometiendo a todo el personal en los “objetivos” de la empresa y delegando las funciones, dándoles un mayor poder de decisión dentro de los esquemas organizativos, buscando su implicación y motivación haciendo que adopten como propios los “objetivos” departamentales y generales de la empresa. Conseguir una total integración de los equipos de trabajo, formándoles en la “cultura” del proyecto empresarial y en los principios de autodisciplina, responsabilidad personal y de grupo.

Esta postura conlleva a un mayor contacto entre directivos y trabajadores y a un principio enriquecedor de conocimientos y de ilimitadas posibilidades, “el pensar, debe ser tarea de todos”, con todo cuanto implica y conlleva esta filosofía de trabajo.



Por lo tanto, la gestión laboral debe provocar entre el diverso personal que forma una empresa una situación individual de entusiasmo por el trabajo que se realiza y una fuerte motivación en la obtención de “objetivos” como base a la evolución y proyección personal y de grupo. Medidas que se deben tener en cuenta durante el reclutamiento y selección del personal.

El grado de satisfacción o de insatisfacción razonada y crítica con el que el personal realiza su aportación laboral cotidiana es, lo que permite a las empresas con ÉXITO, sobresalir de las demás y ser líderes de su sector y/o entorno…a igualdad de condiciones de tecnología, tamaño, mercado, finanzas, etc., con respecto a otras de su sector, es el enfoque dado a la vertiente social; lo que origina esta diferencia.

Por ello, no debemos tener miedo al talento de los colaboradores, al contrario, debemos estimularlo. Demos ser más actores con conciencia crítica que meros espectadores, tenemos que lograr “ser” y tener presente que el “nosotros” es más inteligente y, por supuesto más enriquecedor que el “yo”.

En resumen, para que todo lo expuesto se cumpla, es necesario que en todos los ámbitos de nuestra sociedad se vuelva a dar importancia al esfuerzo personal, especialmente en la empresa. Es la forma de obtener trabajadores motivados e implicada en los proyectos empresariales. Una labor que requiere la colaboración de todos los integrantes y, en especial, desde el punto más alto de la pirámide.

Robert Sivilla
Consultor de CEDEC