Publicado por el 28-11-2022

La gestión del cambio como mecanismo de evolución para las empresas

El cambio es una constante humana y las personas hemos de saber adaptarnos a ellos, tanto a nivel personal como profesional. Con la irrupción de las nuevas tecnologías estas últimas décadas, cada innovación ha dejado obsoleta la anterior de manera vertiginosa, creando nuevas formas de trabajar e interactuar entre nosotros a las que hemos de saber adaptarnos si no queremos quedarnos al margen. 

En este contexto, toma vital importancia la adaptación y gestión del cambio, convirtiéndose en una habilidad básica en cualquier tipo de organización, algo que vemos de forma sistemática en CEDEC, Consultoría de Organización Estratégica líder en Europa en gestión, dirección y organización de empresas. Y para ello, las empresas requieren un tipo de liderazgo que, al tiempo que gestionan equipos humanos y técnicos, actúen también como agentes del cambio dentro de las organizaciones.

Sabemos que el éxito y el crecimiento de las empresas radica en su capacidad de adaptación. Los mercados reaccionan a la nueva realidad a una velocidad asombrosa, por lo que hemos de estar preparados. Así pues, la gestión del cambio es un mecanismo de evolución que busca la facilitar la adopción y asimilación de nuevos procesos dentro de una organización, reduciendo al mínimo la resistencia que el propio cambio provoca.

Ya sea por un nuevo software de gestión, la incorporación de nueva maquinaria o la reordenación de un departamento, la plantilla que conforma la empresa ha de estar predispuesta a aceptar el cambio como forma de evolución y crecimiento, tanto personal como empresarial. Situaciones de este tipo pueden generar inseguridad e incertidumbre en los trabajadores.

Las personas suelen ser reacias a los cambios. Por ello, desde la dirección, se han de poner todos los mecanismos necesarios para minimizar dichas reticencias, generar autoconfianza y ofrecer argumentos que refuercen los motivos por los que la empresa toma ciertas decisiones para así, reducir el impacto sobre los empleados.

Un aspecto a destacar es el liderazgo que, tanto los directivos, gerentes como altos mandos de una empresa, han de poseer para que el cambio se produzca de la forma más favorable posible. El objetivo ha de ser evitar sentimientos de resistencia que provoquen falta de motivación, una reducción de la productividad y un mal ambiente laboral. 

Para evitar los efectos negativos que el cambio puede generar en las empresas, hay que saber crear un marco claro y estructurado que empieza con el diseño de una hoja de ruta. Una vez entendido el cambio como una necesidad organizacional, éste ha de presentarse como una oportunidad a implementar de la forma más rápida posible por medio de líderes que compartan una misma visión.

La hoja de ruta establecerá el camino a seguir para minimizar la resistencia al cambio dentro de la organización. Además, ha de comunicarse de forma sencilla para facilitar la comprensión del contenido. De este modo, los empleados sabrán a qué atenerse en todo momento, lo que reducirá su estrés

También es preciso eliminar los obstáculos, en especial aquellos que sean de carácter organizacional y que impidan avanzar a buen ritmo. Se busca que el cambio sea lo más sencillo y lo menos traumático posible, estableciendo metas a corto plazo para mantener la motivación del equipo humano en todo momento.

Por último, resulta esencial que el personal se forme para comprender los cambios introducidos. Por ejemplo, si vamos a implementar un nuevo programa informático, es necesario que toda la plantilla tenga la formación suficiente para saber usarlo. De lo contrario, se generarán conflictos innecesarios, bajará la confianza en la dirección y la productividad caerá.

La gestión de cambio en una empresa debe encararse con valentía y transmitir a todo el equipo que se está haciendo lo correcto, pese a las reticencias iniciales. Y una vez implementado el cambio, hay que consolidarlo para que forma parte de la propia cultura empresarial y de la de todos sus miembros.

En CEDEC, Consultoría líder en Europa en gestión, dirección y organización de empresas desde 1965, especializada en empresas familiares y pymes, sabemos que los cambios son una constante que permiten a las empresas evolucionar. Para ello, es necesario desarrollar un modelo que funcione de forma personalizada para cada empresa y que empodere a todos los miembros de la organización para que su implementación se realice de forma efectiva y con éxito, sin duda, un paso para seguir avanzando hacia la Excelencia Empresarial

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