Factores a tener en cuenta para prever el cierre de una empresa

El tejido productivo de nuestro país agrupa a compañías de todo tipo, con un futuro brillante, buenas ideas de negocio y profesionales altamente cualificados para llevarlas a la práctica. Sin embargo, muchas de ellas fracasan y el cierre de empresas se ha convertido en algo más habitual de lo deseado, situación que ya se daba antes de la reciente crisis.  

La causa del cierre de las empresas suele radicar en problemas por falta de tesorería, pero los motivos que se derivan hasta llegar a tal situación son muchos. En CEDEC, consultoría de Organización Estratégica líder en Europa en gestión, dirección y organización de empresas, somos plenamente conscientes de la complejidad que conlleva la gestión de una empresa. De ahí, la importancia de un hacer un seguimiento constante de la evolución del negocio para, al primer indicio, atajar las causas que puedan provocar tal situación.   

No cabe duda que algunos cierres podrían haberse evitado con una buena gestión financiera, teniendo en cuenta algunos factores que dañan la salud de nuestra caja. Detallamos algunos factores a tener en consideración antes de llegar a un punto de no retorno que haga inviable el proyecto empresarial. 

La falta de planificación estratégica u operativa constituye una de las causas más comunes de este fracaso, especialmente en proyectos de reciente creación. Muchas empresas no disponen de medios para superar periodos de incertidumbre y acaban cayendo. La dirección de la empresa ha de tener visualizados diferentes escenarios, tanto positivos como negativos, y prever posibles acciones a implantar en casa uno de ellos. 

La falta de previsión es otra de las causas del cierre de negocio. Incluso las compañías con más expectativas de ventas deben elaborar un estudio de mercado antes de abrir y no confiarse por pertenecer a un sector en auge, con grandes posibilidades de éxito. El análisis de la competencia, de nuestros públicos objetivo o el lugar de apertura del negocio suele obviarse a menudo, con las consecuencias negativas que pueden derivarse y, en muchos casos, generar un porcentaje de ventas menor al previsto inicialmente que repercutirá en nuestra caja.

Respecto a la financiación, podríamos pensar que una empresa acaba en cierre cuando ésta es insuficiente. Sin embargo, la mayoría de las veces obedece a una mala distribución de los fondos y, en consecuencia, no es posible superar etapas de menos ingresos o hacer frente a sobrecostes imprevistos de producción (en tiempo o dinero) o de servicios necesarios.

Por otro lado, puede darse el hecho de realizar una mala planificación de la estrategia de marketing, que puede resultar demasiado costosa o no tener el efecto de retorno deseado. Muchas veces los objetivos no siempre están bien fijados, lo que conduce a una falta de efectividad de nuestras acciones y, en consecuencia, una mala gestión de los recursos disponibles para llevarlas a cabo.

En este sentido, hay que tener en cuenta que los recursos operativos, humanos, productivos y económicos suelen estar mal gestionados al pensar que «cuanto más, mejor». Es importante que derribemos —al menos parcialmente— este mito, puesto que de nada serviría tener una ingente capacidad de negocio si no los aprovechamos y rentabilizamos al máximo.

Por último, el cierre del negocio se puede deber también a factores externos. El mundo empresarial está en constante cambio, y los negocios que no saben adaptarse acaban perdiendo competitividad y posibilidades de éxito. Si vamos al fondo de este problema, podemos concluir que el miedo a la innovación y el bajo grado de digitalización son decisivos en este aspecto.

Así pues, hemos de estar constantemente mejorando los mecanismos en nuestro modelo de negocio que mejoren el flujo de caja y establecer políticas claras de cobro de nuestros clientes y pago a proveedores. Sin olvidar la revisión de presupuestos y análisis de desvío de costes para detectar donde hay fugas por encima de lo previsto y tomar medidas antes de que sea tarde. 

En definitiva, las empresas cierran por numerosas causas, algunas de ellas son controlables o, como mínimo, predecibles. En CEDEC, consultoría de Organización Estratégica para todo tipo de empresas aconsejamos analizar todos los factores que nos pueden dar pistas de la marcha de la empresa. Adelantarnos para predecir, planificar y, en caso necesario, virar nuestra gestión para evitar situaciones dramáticas. El área financiera requiere una gestión proactiva. Solo así, será más fácil alcanzar la Excelencia Empresarial.