El traspaso de poderes en la empresa familiar
El relevo generacional en una empresa familiar es un proceso que, realizado en varias etapas y de forma organizada, traspasa la dirección de la empresa de una generación a otra, con el objetivo de que ésta, vaya asumiendo todas las funciones y responsabilidades y, en un futuro, la gestión y propiedad de la misma.
Este traspaso de poderes es uno de los procesos más delicados en la empresa familiar. Según estadísticas, el 70% fracasan en el traspaso de la empresa a la segunda generación, y solo un 10% llegan con éxito a la tercera. Por ello, cuando llega el momento de dar el paso, es preciso desarrollar un plan adecuado, con la suficiente calma y la planificación necesaria.
En CEDEC, consultoría de Organización Estratégica líder en Europa en gestión, dirección y organización de empresas, sabemos que la situación de cada empresa es diferente. Elegir el mejor momento del traspaso es un hecho sumamente importante y estará condicionado por aspectos personales y familiares, además de empresariales y legales. Por ello, las compañías familiares deben establecer un plan detallado para llevar a cabo una transición exitosa. Así, sabrán en todo momento cómo actuar y cuál es el reparto adecuado de las responsabilidades.
Uno de los primeros factores que debemos tener en cuenta es el momento de llevar a cabo dicho traspaso. No hay por qué llegar a situaciones de fuerza mayor, lo que solo contribuiría a generar un ambiente de incertidumbre. Para evitar esta situación, que puede resultar dañina para la imagen de la empresa, es preciso identificar el momento idóneo para proceder al relevo, ya sea por condicionantes externos a la empresa, cambios tecnológicos o nuevos estilos de liderazgo, o internos, como la situación o estado del actual gestor.
Antes de llegar al relevo, se tiene que determinar quién será el próximo líder, es decir, se designará a la persona que ocupará el puesto de director de la organización. Es importante tomarse tiempo, analizar la situación de la empresa y escoger el perfil adecuado. Además de optar por un individuo bien preparado y con las aptitudes correctas, se elegirá de una forma consensuada entre los miembros de la antigua dirección. Para ello, es importante mantener una comunicación constante y fluida, escuchando los diferentes puntos de vista para conseguir la máxima estabilidad en el seno de la organización.
Para lograr unos buenos resultados, es importante entrenar al futuro líder. Al fin y al cabo, por muy talentoso que sea y aunque sus aptitudes sean excelentes, la experiencia es un rango que se ganar con la práctica diaria. Otorgarle un puesto directivo menor o que ocupe varios cargos a lo largo de los años son algunas alternativas. Eso sí, es preciso un tutelaje y que sus avances sean orgánicos y siempre basados en sus méritos. No hay que olvidar tener en cuenta la correcta formación académica y los conocimientos necesarios en el ámbito de actuación del propio negocio.
Un buen momento para llevar a cabo el traspaso de poderes es cuando el futuro líder está preparado. Ha adquirido la experiencia suficiente, conoce el negocio y cuenta con un equipo propio de perfiles excelentes. Llegados a este punto, podemos empezar a diseñar el relevo, a establecer los tiempos en los que se llevará a cabo y a identificar a las personas a quienes va a afectar. Lo ideal es que este traspaso sea progresivo, en convivencia con el actual director de la empresa. Además, si el negocio tiene una importante presencia pública, es clave mantener la transparencia a lo largo del proceso.
Tras la sucesión de la dirección, se tendrá que tener en cuenta la sucesión de la propiedad, con la consiguiente capacidad jurídica de tomar decisiones que afectan a toda la sociedad. Para conseguir unos mejores resultados, es muy recomendable solicitar la ayuda de expertos en este traspaso de poderes en la empresa familiar. Sus conocimientos permitirán establecer protocolo familiar adecuado, en un proceso que ha de ser orgánico, pulido y que preserve la estabilidad de toda la organización.
CEDEC, consultoría de Organización Estratégica Empresarial, recomendamos planificar con tiempo suficiente el relevo generacional de la empresa familiar, contando con todas las partes involucradas, incentivando la comunicación fluida y creando un plan dirigido con aquel que ha de tomar el relevo en el gobierno de la empresa. Solo así,generando un clima de confianza y cooperación, se conseguirá un traspaso fluido que nos acercará en nuestro camino hacia la Excelencia Empresarial.
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