Decálogo para el bienestar empresarial
El trabajo, de una forma u otra, afecta a nuestra salud. De hecho, en los últimos años, el bienestar de los trabajadores se ha convertido en un factor decisivo para las empresas a la hora de atraer y retener talento. Para afrontar este cambio de paradigma, es necesario desarrollar nuevos sistemas de valores, objetivos y rendimiento, así como generar una nueva concepción más empática hacia el empleado.
En CEDEC, consultoría de Organización Estratégica líder en Europa en gestión, dirección y organización de empresas, apostamos por la implementación de programas internos en las organizaciones que evalúen todos aquellos sistemas productivos que hagan mejorar la marcha de las empresas. Y en este sentido, el bienestar empresarial es uno de ellos, no solo para atraer talento externo y retener el interno, sino también por su contribución a la mejora de la sociedad que nos rodea.
Con este propósito, y con el objetivo de tomar conciencia de la importancia que tiene la cultura de la salud de la empresa, detallamos una serie de pautas básicas de cómo implementar en las compañías un programa de salud y bienestar de sus trabajadores que ayude a mejorar el desarrollo de toda la organización.
El primer punto a tener en cuenta en la implementación de este programa es contar con el convencimiento y el apoyo de toda la dirección de la empresa. Es básico además el soporte administrativo y de gestión, con un protocolo de actuación, partidas presupuestarias destinadas a las iniciativas planteadas, etc.
Una vez asumida la reflexión anterior, hemos de pensar en que la implementación de este tipo de programas va personas para personas; es decir, acciones que tengan en cuenta la realidad de los trabajadores y su opinión con respecto al bienestar “deseado”, algo tan sencillo como hacer un cuestionario online que nos de pistas para detectar sus principales preocupaciones.
Se han de impulsar valores como la escucha activa para estar al corriente de las diversas preocupaciones que, en cada momento, afectan a la salud de la empresa y sus trabajadores. Y en este punto es importante tener en cuenta el flujo de comunicación, no hemos de tener límites ni tabús. La salud no solo incluye el plano físico, sino también el mental. Un empleado sano es más rentable y más productivo, por lo que cuidar su estado anímico supone proteger la rentabilidad de la empresa.
Además de estar atentos a las preocupaciones existentes de los empleados, hay que poner en valor la voz de cada una de las personas involucradas en la organización, todo ello en un entorno de transparencia a todos los niveles. No olvidemos potenciar el sentido de comunidad y pertenencia a la organización, ya sea fomentando las reuniones periódicas, convenciones, o cualquier otra actividad que ayude a la creación de vínculos más fuertes entre los equipos.
El entorno en el que trabajamos, con espacios cada vez más saludables, más amplios, ventilados, con iluminación natural, etc. facilitará una buena predisposición hacia la cultura del bienestar e influirá positivamente en nuestro rendimiento, sin olvidar que, en todo este camino, hemos de ir más allá de la felicidad. No se trata de brillar constantemente, sino por encontrar una buena relación entre la productividad y la eficiencia con el bienestar. Al fin y al cabo, la empresa tiene un objetivo de rentabilidad que no hemos de olvidar.
En CEDEC, consultoría de Organización Estratégica para todo tipo de empresas sabemos que la salud y bienestar de los empleados será un factor que repercutirá directamente en la buena evolución de la compañía. Tomar consciencia de ello nos acerca en nuestro camino hacia la Excelencia Empresarial.
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