¿Cómo mejorar el espacio de trabajo en las empresas para ser más productivos?
El espacio de trabajo tiene que cuidarse al máximo en la medida posible porque contribuye a mejorar el bienestar físico, cognitivo y emocional de los trabajadores de una empresa. Y, al fin y al cabo, hablamos de conseguir una plantilla más productiva, creativa e innovadora. Por ello, este aspecto no es menor e influye de forma decisiva en la rentabilidad de las empresas.
En CEDEC, consultoría de Organización Estratégica líder en Europa en gestión, dirección y organización de empresas, entendemos que la productividad puede optimizarse y el cuidado del espacio de trabajo, influye en este sentido. Si bien no existe una receta única para hacerlo, podemos mejorar aspectos del entorno laboral para posibilitar una plantilla más eficiente, algo no exclusivo solo de las grandes empresas.
Uno de los primeros aspectos que debemos revisar es la iluminación del espacio de trabajo. Si ésta es deficiente, los empleados pueden sufrir fatiga visual, dolores de cabeza, desmotivación o irritabilidad, y les costará mantenerse concentrados. Es preciso combinar la luz natural y la artificial para garantizar la calidad y cantidad óptima. Esta dependerá del tipo de habitación y la labor que se efectúa en ella, por lo que se deberá adaptar en cada caso.
La distribución del espacio y el orden del puesto de trabajo son otros factores clave. El desorden suele ser un indicador de baja productividad en un entorno laboral. Es importante tener organizado y a mano todo el material necesario para ejecutar el trabajo encomendado. Por tanto, se deberán ubicar mesas, cajones, estanterías o máquinas buscando siempre un reparto racional de la superficie que facilite las labores a realizar. Así, los empleados no tendrán que moverse demasiado o invertir más tiempo de lo necesario buscando aquello que necesitan para trabajar.
Junto a esto, hemos de tener en consideración el mobiliario, que ha de ser lo más ergonómico posible. En muchos casos, el empleado tendrá que mantener la misma posición durante varias horas. Esto puede provocar fatiga y lesiones y un menor rendimiento que, sin duda, reduce la productividad. Al disponer del mobiliario adecuado, se mejorar la comodidad y se reduce el riesgo de que sufran daños. Además, podemos combinar esto con cursos de formación ergonómica y postural para la plantilla.
Tampoco podemos olvidar tener en cuenta la calidad del aire. No solo afecta al estado de los empleados, sino que puede causar daños en el edificio. La ventilación del espacio de trabajo es clave, ya sea mecánica o natural, y debe ser suficiente para renovar el aire de acuerdo con la legislación vigente. De esta forma, evitamos enfermedades respiratorias e, incluso, de la piel y, como se ha demostrado, fue imprescindible durante los peores momentos de la pandemia para limitar la propagación de la enfermedad en espacios cerrados.
Y por último y no menos importante, no hemos de descuidar la limpieza, tanto de la oficina en general, responsabilidad de la empresa, como del propio puesto de trabajo, en el que el empleado tiene su propia parcela de responsabilidad. Un espacio ordenado y limpio, ayudará a minimizar errores y genera bienestar.
Al cumplir con estos consejos, obtendremos una serie de beneficios entre la plantilla. Por descontado, potenciamos su salud y bienestar ya que trabajan en unas buenas condiciones laborales. Pero también, se mantendrá la moral alta, minimizando los obstáculos para desempeñar su labor y esto, repercutirá de forma decisiva en el eficiencia y productividad general de la empresa, por lo que se conseguirá una ventaja competitiva adicional.
Estos son algunos consejos que se pueden implementar de manera sencilla en las empresas, aspectos que, en CEDEC, consultoría de Organización Estratégica Empresarial, aconsejamos tener en cuenta porque el capital humano, es uno de los principales factores productivos de las organizaciones, y cuidar a los empleados, es sin duda, un paso más para alcanzar la Excelencia Empresarial.
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