Coaching o mentoring, ¿cuál elegir?

Las empresas pueden recurrir a herramientas como el coaching o el mentoring para desarrollar el talento dentro de sus organizaciones, aumentar la satisfacción de los empleados y lograr que cada uno de ellos alcance su máximo potencial.

En CEDEC sabemos que tanto el coaching como el mentoring son estrategias muy útiles y beneficiosas para las empresas, pero es importante conocer sus características particulares para que cada empresa sepa cuál implementar en función de sus necesidades. A pesar de que existen numerosas diferencias entre ambos conceptos, es habitual confundir los términos. Por eso compartimos este artículo donde se señalan las ventajas de cada una de las metodologías.

El coaching

El coaching es un proceso de acompañamiento reflexivo y creativo con los trabajadores que les permite maximizar sus capacidades personales y profesionales. El objetivo sin embargo, se centra más en la consecución de resultados a corto plazo y para tareas concretas (ya sea ganar seguridad para hablar en público, mejorar la gestión de equipos, etc).

Pero no se debe confundir tampoco con el asesoramiento en técnicas concretas por parte de un asesor, sino que en este caso, lo que hace el coach es dejar que el profesional encuentre por sí mismo las respuestas o tácticas que le ayudarán a conseguir sus metas. No le da consejos a partir de su experiencia, sino que comparte el punto de vista del “entrenado”, funcionando como un espejo del mismo. A través de determinadas preguntas y acciones, le va guiando para que, en función de su propia experiencia y conocimiento, obtenga sus propias conclusiones.

Porque está más centrado en el corto plazo, la relación no es duradera: cuando se obtienen los resultados deseados acaban las sesiones y finaliza el coaching. Para lograrlo, el coach debe ser un conocedor de técnicas de coaching orientadas a mejorar el rendimiento en una tarea concreta, pero la relación con su cliente es de igualdad profesional.

El mentoring

El mentoring por su parte, es la relación a largo plazo que se establece entre una persona con experiencia en la organización y un nuevo trabajador al que guía y ofrece su consejo estratégico con el objetivo de ayudar a su desarrollo profesional de forma global, al mismo tiempo que incide en el cumplimiento de los objetivos de la empresa. Resulta muy eficaz para trabajar en diversas áreas al mismo tiempo, frente a lo que ocurre en el coaching, más enfocado en objetivos concretos.

En esta metodología la clave del éxito está en la relación que se genera entre el mentor y su “alumno”, con objetivos que van mucho más allá de los meramente laborales. Por lo tanto, es una apuesta a largo plazo, ya que para que se cree el clima de confianza preciso es necesario que pase cierto tiempo.

En el mentoring, el profesional con larga experiencia sí comparte sus puntos de vista y lo aprendido en sus años de trabajo, por lo que debe ser un experto en su campo, alguien con mucha veteranía en puestos directivos y un conocimiento profundo del sector. Él será quien dé las directrices, aconsejando y recomendando a su “alumno” aquello que considera mejor para él. En este caso, ambos participantes preguntan y dan respuestas, ya que el mentoring se centra en establecer una relación con vínculos emocionales que sirva de base para la transmisión de conocimiento.

En CEDEC, Consultoría de Organización Estratégica, consideramos fundamental que las empresas conozcan los beneficios de implementar herramientas como el coaching y el mentoring dentro de sus organizaciones, pero también que sepan cuáles son las diferencias entre ellas para que puedan elegir la estrategia adecuada para sus necesidades. De esta forma lograrán la mejora continua de las personas hacia la excelencia, y por lo tanto, también de la compañía hacia la excelencia empresarial.

Imagen The Stella Network

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