
El gran reto de la recuperación post-COVID para las pequeñas y medianas empresas
01-03-2022
La emergencia sanitaria de la Covid-19 que asoló el mundo provocó una de las mayores crisis económicas que el mundo ha tenido que afrontar en la era moderna: para las personas, para las grandes empresas, pero también para el sector de las pequeñas y medianas empresas españolas, es decir, el segmento industrial predominante de nuestro tejido económico-empresarial.
Las pequeñas y medianas empresas han tenido que hacer frente a diversos contratiempos económicos y estructurales, empezando por la falta de liquidez y capitalización.
Pero desde hace algún tiempo han vuelto a ponerse en marcha, aunque todavía no han alcanzado los niveles que esperábamos. Todavía quedan algunos pasos por dar, pero existe una conciencia generalizada de la necesidad de trabajar e insistir en al menos tres áreas principales: aumentar la capacidad innovadora, trabajar más en la internacionalización y la diversificación y, por último, reforzar el tamaño de la empresa. Aquí comienza el gran reto para el relanzamiento de las PYMES españolas después de la COVID.
Aumentar la capacidad de innovación como primer objetivo para relanzarse en la "nueva normalidad".
Las PYMES españolas han comprendido que para alcanzar altos niveles de competitividad es necesario trabajar en su modelo de negocio, adaptando las estrategias de la empresa en términos de crecimiento y desarrollo empresarial y, en consecuencia, revisando sus modelos operativos.
La mayoría de las pequeñas y medianas empresas creen que, al salir de los cierres y las restricciones, están convirtiendo el trabajo inteligente para sus empleados en una constante organizativa y ya no sólo en un elemento necesario de la gestión de emergencias. Asimismo, se ha incrementado notablemente la necesidad de estas empresas de aumentar la digitalización, que se considera fundamental para gestionar sus procesos y canales de interacción con clientes y proveedores, pero también para optimizar el trabajo interno de la empresa. Esta tendencia es aún más evidente entre las pequeñas y medianas empresas que operan en sectores con modelos operativos más tradicionales. El elemento de la innovación tecnológica se está convirtiendo en el centro del desarrollo empresarial.
La innovación tecnológica y digital para volver a los niveles de productividad anteriores a la crisis
Las PYMES han iniciado el giro digital y creen que podrán alcanzar los niveles de productividad anteriores a la COVID ya en 2022. En cambio, las empresas familiares, que han sido las más afectadas por los efectos negativos de la crisis pandémica, son menos optimistas, ya que sólo seis de cada diez esperan una recuperación para 2022.
La internacionalización y un tamaño adecuado de los activos como motores de la recuperación
La internacionalización de las empresas se considera, con razón, uno de los principales factores de crecimiento de las pequeñas y medianas empresas, a la par que el aumento de la productividad y la eficacia operativa. Esto no sólo es cierto para las empresas extranjeras, sino que también se confirma en España, especialmente en lo que respecta al fuerte crecimiento de las exportaciones de las pequeñas y medianas empresas.
Según recientes encuestas, prácticamente una de cada dos empresas considera que los mercados exteriores son la oportunidad ideal para volver a los niveles de funcionamiento anteriores a la crisis. Sin embargo, es necesario un tercer elemento para garantizar lo anterior: reforzar el componente de capital.
Si la rentabilidad de las empresas es un apoyo a su gestión operativa y de tesorería, el componente de capital es la única forma de garantizar un crecimiento sostenible. Tener el tamaño adecuado es un elemento clave para cerrar las brechas de productividad de las pequeñas y medianas empresas italianas y garantizar la plena recuperación de la eficiencia.