Sistemas de retribución: mucho más allá del salario fijo
Atraer y retener talento; motivar y lograr trabajadores comprometidos
Comenzamos este artículo destacando la importancia que tiene para los empresarios ofrecer una compensación justa y adecuada a sus trabajadores.
En CEDEC, Consultoría de Organización Estratégica, trabajamos junto a los empresarios de pymes y de empresas familiares para que disfruten de ser empresarios. Disponer de una estrategia personalizada para cada empresa, que defina el sistema de retribución más conveniente, puede suponer una ventaja competitiva muy relevante.
Se trata de un aspecto clave, pues como decimos en el subtitular de este artículo, la cuestión va más allá de la atracción y de la retención del talento; tiene una relación directa con la motivación y el compromiso de los empleados con la empresa, lo que afecta directamente a la productividad.
Un sistema de retribución (pagar por un servicio prestado, cual es el caso de cualquier trabajador) justo y equitativo no sólo mejorará el rendimiento de los trabajadores, sino que también ayudará a fomentar un mejor ambiente de trabajo, en que el desempeño de las tareas estará dominado por la positividad.
Por el contrario, cuando no se da esta premisa, los trabajadores se vuelven apáticos, rinden muy por debajo de sus capacidades y disminuyen la calidad de sus tareas. En definitiva, “hacer lo mínimo” o “limitarse a cumplir”.
Es importante afrontar, de aquí en adelante, la lectura de este artículo teniendo en cuenta que cuando hablamos de retribución (que es sinónimo de recompensa) no sólo nos referimos a retribución dineraria. La retribución abarca también otros elementos tales como el tiempo libre o el disfrute de determinados servicios (seguros, guarderías, movilidad, telefonía…).
Sistemas de retribución
Visto que puedes remunerar a los trabajadores no sólo con dinero (ya sabes que el dinero no lo es todo) hay que dejar claro que, sin duda, se trata de la principal forma de retribución (como no podría ser de otra manera).
¿Qué sistemas de retribución puedes barajar?
Salario fijo. Es el más extendido. Valora el puesto de trabajo y la experiencia. Su principal virtud es la simplicidad. Pero también la predictibilidad para los trabajadores que, sabiendo lo que van a cobrar fijo, pueden planificar su economía personal con facilidad. Por el contrario, no se incentiva el rendimiento y la productividad.
Salario variable. Los empleados reciben su retribución en función de su rendimiento y los objetivos alcanzados. Este sistema sí está pensando para incentivar a los empleados a trabajar más duro y a mejorar su productividad. Busca mejorar la motivación y el compromiso con la empresa. Lo más problemático es que puede resultar difícil establecer criterios claros y objetivos para evaluar el rendimiento de los empleados.
Retribución flexible. Permite que los empleados decidan cómo quieren recibir su salario y beneficios. Así, pueden optar por recibir una cantidad mayor de salario y menos beneficios sociales o al revés. Evidentemente, esto implica que la empresa debe “diseñar” esos beneficios sociales que formarán parte de la retribución.
Retribución en especie. Los empleados, en vez de recibir dinero (que también), reciben bienes o servicios. Aquí caben desde el coche de empresa hasta el teléfono móvil, por poner dos ejemplos que se dan en muchas empresas. En la mayoría de los casos, se entiende como un “complemento” a la retribución fija. Para la empresa, puede tener beneficios fiscales interesantes.
Planes de incentivo a largo plazo. Esta forma de retribución está ligada al éxito de la empresa, pues los trabajadores reciben acciones u opciones sobre acciones.
Beneficios adicionales. Además de dinero, los trabajadores reciben beneficios adicionales: seguro de salud, seguro de vida, días libres o plan de pensiones.
La retribución variable no es sólo para el área de ventas
No hay duda de que se trata de un modelo de retribución que busca motivar más a los trabajadores. Pero como decimos en el antetítulo no es exclusivo del área de ventas. Todos los trabajadores pueden tener condicionado un variable (bonus, comisiones y primas) a sus objetivos personales.
Los bonus pueden estar sujetos a la discrecionalidad de la dirección; en este caso, se dan cuando, por ejemplo, la empresa obtiene un resultado extraordinario y decide recompensar a los trabajadores. Pero también, pueden fijarse con relación a objetivos concretos de un trabajador, premiando de esta manera un rendimiento sobresaliente.
Las comisiones, por su parte, si están ligadas directamente a la venta. En el caso de los vendedores, suelen representar un porcentaje elevado de su retribución.
Las primas suponen una retribución extra ligada a la producción, según las unidades producidas. Se aplican sobre todo en empresas de carácter industrial y se relacionan con estudios de tiempo.
En cualquier caso, este sistema de retribución está siempre ligado a objetivos o metas (ya sean personales o colectivos).
Crear una estrategia para el sistema de retribución de tu empresa
La estrategia define cómo abordar un proyecto. Qué hay que tener en cuenta y que se debe hacer para conseguir el objetivo (disponer de un sistema de retribución adecuado a la empresa —tanto a los empresarios como a los trabajadores—).
1. Define objetivos: atraer y retener talento; motivar; incentivar el rendimiento; alinear resultados de la empresa con la retribución de los trabajadores.
2. Analiza el mercado laboral: ¿qué están haciendo otras empresas de tu sector y área geográfica? Debes ser competitivo tanto en la atracción de talento como en la retención.
3. Pregunta a los trabajadores: conoce sus inquietudes y sus anhelos; pídeles que te revelen sin miedo sus necesidades vitales, personales y familiares, y sus expectativas salariales.
4. Concreta tu oferta: salario base, beneficios adicionales, bonificaciones, planes de incentivo… Pero todo tiene que estar alineado con la estrategia empresarial.
5. Establece criterios de evaluación: cómo vas medir el desempeño de los trabajadores en caso de optar por la retribución variable, por ejemplo. Pero asegúrate de que los criterios sean objetivos, medibles y estén vinculados a los resultados empresariales.
6. Sé claro y transparente: cuando comuniques el sistema de retribución a los trabajadores debes asegurarte que ellos entienden bien las políticas y procedimientos relacionados con su retribución.
7. Monitorea y ajusta: ¿estás satisfecho? ¿Y tus trabajadores? ¿Se ha incrementado la productividad? ¿Has ganado en rentabilidad?
En CEDEC, Consultoría líder en Europa en gestión, dirección y organización de empresas, queremos que alcances la Excelencia Empresarial. Tu empresa es única y el sistema de retribución debe adaptarse a tus necesidades y circunstancias concretas. Ayudándoles a diseñar su estrategia empresarial, acompañamos a los empresarios de pymes y de empresas familiares para conseguir su éxito personal y empresarial.
¿El sistema de retribución de tu empresa es el más adecuado? ¿Te has planteado crear una estrategia de retribución?
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