¿Sabes si la idea de tu negocio es realmente viable?
Antes de iniciar un negocio, es preciso determinar si la idea que lo sustenta es viable desde un punto de vista económico-financiero. Por muy buena que sea ésta, no todos los proyectos funcionarán, por lo que es necesario analizar la viabilidad de la idea de negocio antes de lanzarse a emprender y valorar si la inversión en energía, tiempo y recursos puede hacerlo factible.
En CEDEC, consultoría de Organización Estratégica líder en Europa en gestión, dirección y organización de empresas, sabemos que empezar un negocio no es una tarea sencilla. No solo basta con tener una idea y el empuje para llevarla a cabo. Hay que prestar atención a una amplia variedad de factores. Así, si la idea que lo sostiene carece de viabilidad, por muchas ganas que tengamos de llevarla a cabo, habrá que replantear su lanzamiento.
Para evitar este problema, debemos empezar por desarrollar el concepto de negocio. Podemos realizar varias preguntas. ¿Qué gana el cliente conmigo? ¿Qué necesidad vamos a cubrir? ¿Hay otras empresas que ofrecen nuestro producto o servicio? En definitiva, se trata de determinar el valor añadido de la idea que queremos llevar a la práctica, un elemento fundamental a la hora de competir y alcanzar el éxito.
Una vez desarrollado el concepto, llega el momento de realizar un estudio de mercado. Es importante centrarlo en la realidad y siempre apostando por la honestidad. Podemos utilizar encuestas para conocer el estado de los clientes, revisar datos del sector y cualquier otra información que nos resulte útil. Así, con el análisis de estos datos, determinaremos si hay un hueco disponible para el negocio que queremos desarrollar y si el público puede llegar a estar dispuesto a comprar nuestras soluciones. No hay que olvidar que, sin ventas, no hay negocio.
El siguiente paso consiste en desarrollar una estrategia de mercado adecuada. En ella se establecerá quién es el cliente, qué compra, cuánto está dispuesto a comprar, dónde lo hace habitualmente y, con todos estos datos, evaluar si la idea es económicamente sostenible. No hay que olvidar que nuestra experiencia profesional previa para iniciar un negocio se convierte en un activo de valor. La ilusión es importante, pero de nada servirá si no se está preparado. Si ya se cuenta con una trayectoria profesional en el sector, convertir la idea en un negocio rentable será un poco más sencillo. Al fin y al cabo, se contará con un conocimiento del mercado y cómo solucionar las necesidades del cliente de maneras diferentes a las que lo hacen otras compañías.
Tras estos pasos, llega el momento de desarrollar un plan de acción para empezar el negocio en mayor profundidad, analizando la viabilidad económico-financiero del proyecto. Para ello, deberemos tener en cuenta los fondos necesarios para poner en marcha el negocio, ya sean las aportaciones propias o de terceros, y desarrollar así una previsión de tesorería a corto y medio plazo. Con estas cifras, habrá que hacer una estimación de los beneficios previstos en la cuenta de resultados, conociendo como estaría nuestro balance de situación, es decir, el resumen de activos (bienes y derechos que posee la compañía), contrastado con las deudas y el capital de la empresa en un periodo determinado. Y con todos estos datos, tener claro cuál será el punto de equilibrio de la empresa, aquel nivel de ventas que genera un beneficio 0, en el que se igualan los ingresos totales con los costes totales.
Si con todo este análisis, vemos que nuestra idea de negocio es viable económicamente, y las previsiones realizadas así lo confirman, solo falta establecer las fases necesarias para pasar de la idea a la realidad. Conviene apostar por la flexibilidad, ya que siempre se darán retrasos e imprevistos, y prepararse mentalmente para las dificultades que puedan llegar: retraso de pagos, malas ventas, creación de empresas-competencia, etc.
Con todos estos indicadores, podremos determinar si una idea de negocio es viable. Debemos reflexionar a fondo y analizar todos los datos con honestidad para llevarla a la práctica. En CEDEC, consultoría de Organización Estratégica Empresarial, sabemos que emprender no es una tarea fácil, exige mucho compromiso y dedicación al proyecto empresarial. Pero todo camino comienza con un primer paso que, gracias el asesoramiento especializado de consultores expertos, será más fácil poder alcanzar la Excelencia Empresarial.
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