Errores habituales que el líder de una pyme debe evitar

Un buen liderazgo es la clave para el éxito de cualquier negocio, pero muchas veces se confunde este concepto con otros como el “rango”. Ser el jefe de un equipo de trabajadores no convierte a nadie automáticamente en un líder, por eso es importante trabajar en las cualidades que hacen a alguien idóneo para dirigir, como son la responsabilidad, la confianza en sus empleados o la visión de futuro.

En CEDEC sabemos que ser el líder de una pyme es un enorme compromiso, especialmente en un contexto como el actual, en el que se precisa más agilidad y flexibilidad que nunca. Por eso compartimos este artículo de Cinco Días donde se repasan algunos de los errores más habituales al liderar una empresa.

Falta de empatía

Un buen líder debe interesarse por sus empleados, y eso incluye ser consciente de su situación familiar y personal, y de cómo eso puede afectar a su desempeño. De la misma manera, también debe cuidar el salario emocional de los mismos, impulsando en la medida de lo posible iniciativas de conciliación personal y mimando el ambiente en la oficina. Un trabajador que se siente valorado se comprometerá más con la empresa y será más productivo.

Poca accesibilidad

La comunicación es esencial para liderar de forma eficaz cualquier proyecto, y esta debe fluir en todas las direcciones, y a través de todos los departamentos. Por eso un líder debe ser accesible, estando siempre dispuesto a escuchar las ideas de todos los miembros del equipo y alentando a desarrollar el pensamiento creativo.

Falta de organización

Existe un mito alrededor del genio caótico, pero lo cierto es que en el 99% de los casos, una mala organización conlleva un mal trabajo, especialmente cuando se tienen tantas responsabilidades como el líder de una pyme. Llevar al día la agenda y saber determinar qué es más o menos urgente es básico, pero sin perder de vista que la lentitud en la toma de decisiones siempre es fatal para el negocio.

Visión estrecha

La imaginación, la agilidad, y la capacidad de adaptación son cualidades imprescindibles para dirigir una empresa en un entorno dinámico y competitivo; quien quiera ceñirse a una estrategia preestablecida está condenado al fracaso. Por eso los líderes deben ser capaces de ver más allá, priorizando la visión global por encima de las tareas concretas de cada departamento.

Corrupción

Sobra decirlo, pero la ética es indispensable para ser un buen líder, y ganarse el respeto de los trabajadores y colaboradores, además de que debe ser un pilar inamovible de la filosofía de cualquier organización. Pocos errores hay más deplorables que la corrupción y la deslealtad dentro de una empresa.

En CEDEC, Centro Europeo de Evolución Económica, consideramos que un buen líder es aquel que sabe dar ejemplo y que siempre está dispuesto a escuchar a sus empleados, pues solo así se ganará la autoridad necesaria para dirigir y sacar el máximo potencial de sus subordinados, y en definitiva, para guiar a la empresa hacia la excelencia empresarial.

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