¿Cuáles son las claves del éxito de las empresas familiares?
En España hay alrededor de
1,1 millones de empresas familiares, lo que supone cerca del 90% del tejido empresarial español. Además, generan el 67% de los puestos de trabajo y el 57% de la riqueza total del país. En un contexto económico de cambios constantes, en los que muchos imaginan a las grandes corporaciones como las grandes triunfadoras,
muchas pequeñas, medianas y grandes empresas familiares están demostrando que cuentan con unos valores únicos que les permiten adaptarse y florecer en cualquier circunstancia, destacando por encima de otras empresas de mayor tamaño y presupuesto.
En
CEDEC lo conocemos bien, y sabemos que
la importancia de las empresas familiares es vital tanto en la economía española como en la del resto de países. Y esto es así porque cuentan con características propias que les otorgan una ventaja competitiva. Por eso compartimos este
artículo de Forbes en el que se reflexiona
sobre la clave del éxito en este tipo de compañías.
Como apuntábamos, las empresas familiares son
creadoras de riqueza y empleo a nivel global. De hecho, representan entre el 70% y el 90% de la economía mundial. Para lograrlo, estas organizaciones han tenido que innovar y adaptarse a las transformaciones del mercado. Frente a la imagen que se suele tener de este tipo de compañías, como reacias a los cambios o ancladas al pasado, muchas han sabido
flexibilizar sus estrategias y modelos de gestión mejor que nadie.
Y eso a pesar de que muchas compañías familiares son pequeñas (o incluso microempresas) y tienen por lo tanto, más complicado
contar con los recursos, capacidades y tecnologías necesarias para invertir en innovación. Sin embargo, están sabiendo establecer sinergias y colaboraciones, ya sea con otras empresas del sector o de actividades complementarias, para lograr desarrollar nuevos productos y servicios, así como
transformar la gestión de sus negocios.
Por otro lado, las empresas familiares cuentan con
una idiosincrasia que les permite ganar competitividad frente a otro tipo de organizaciones. El control familiar de la propiedad, así como su peculiar organización interna, genera varios
activos intangibles difícilmente imitables por el resto de empresas.
Así, lo habitual es que todos los miembros de la familia
compartan un objetivo común, que es asegurar la supervivencia de la empresa. Por eso resulta más sencillo plantearse temas como la reinversión de los beneficios o el desarrollo de estrategias a largo plazo. Además,
existe mayor complicidad y confianza entre los miembros, quienes están siempre dispuestos a dar lo mejor de sí, sin necesidad de nada a cambio. De la misma manera, suele haber mucha confianza hacia el equipo directivo, por lo que no se generan dudas innecesarias sobre sus decisiones, dejándole libertad de movimientos y aligerando considerablemente la burocracia interna.
Todo esto conduce a
una mayor flexibilidad, con estructuras menos rígidas y una toma de decisiones rápida que permiten dar una respuesta veloz a los cambios del mercado. También permite
una mejor comunicación interna, con estructuras de gobierno y procesos más transparentes, y sobre los que no surgen grandes desavenencias.
Tanto es así que según estudios realizados,
el 74% de los directivos de empresas familiares creen que no se debe cambiar nada respecto a la cultura y valores familiares, el 76% afirman que la empresa está bien financiada y no depende de elementos externos, y la mayoría se muestra convencida de que su empresa está preparada para adaptarse a todos los cambios que lleguen.
En
CEDEC, Consultoría de Organización Estratégica, creemos que es esencial que las empresas familiares
saquen partido de sus valores y forma de gobierno única para seguir ganando en agilidad y flexibilidad. Así lograrán, no solo adaptarse a los cambios del mercado a corto plazo, sino también consolidarse, seguir creciendo y alcanzar la
excelencia empresarial.
Imagen Mi propio jefe
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