¿Inteligencia Artificial en la empresa? Sí, pero con conocimiento

07-04-2020

Juan Sánchez y Oriol Colomer

Desde mediados del siglo pasado la inteligencia artificial (IA), forma parte de nuestras vidas. La evolución es imparable y llegará a todos los ámbitos de nuestra existencia. 
La inteligencia artificial es una realidad.

Es una realidad en el mundo empresarial desde hace unos años. No existe empresa que no utilice uno u otro sistema que contenga elementos propios de la inteligencia artificial. De hecho, cualquier sistema informático es parte principal de un sistema de inteligencia artificial y, se ha convertido en algo imprescindible en el mundo empresarial. 

Pero ¿Qué uso damos en el mundo empresarial a la IA? ¿podrá la IA sustituir al empresario en la toma de decisiones?

Primero deberíamos entender y definir que es la IA de una forma práctica. Por Inteligencia Artificial, nos referimos a un conjunto de herramientas y algoritmos que permiten a las máquinas tomar decisiones de forma autónoma, es decir, sin la intervención humana. Gran parte de esas herramientas desarrolladas desde la IA, se encuentran actualmente en la empresa y son los denominados Sistemas de Información (SI). Estos S.I., son herramientas a disposición de las empresas que contribuye a una mayor, mejor y mas veloz gestión de los datos de la empresa. En consecuencia, en la actualidad donde la velocidad en la disposición de la información y en la toma de decisiones es imperativa, los S.I. se han convertido en una herramienta imprescindible para entender mejor y más rápido la evolución del negocio. El uso de los SI en el mundo empresarial está ampliamente extendido, no existe empresa y por tanto empresario, que no apoye sus decisiones en un Sistema de Información. 

Segundo, una herramienta no puede sustituir a un humano en la toma de decisiones estratégicas, contribuye sin duda, a la decisión, pero no toma la decisión. Está demostrado que detrás de cada decisión humana existe una emoción, que matiza la decisión. Más aún, la información que genera los S.I., debiera venir previamente definida por un conocimiento extenso del negocio, de la empresa, del sector, que permita una parametrización precisa de la información, que sepa separar lo realmente útil de lo accesorio (el grano de la paja), y resuma la información en algo realmente útil y necesario. 

Por último, no debemos olvidar que la empresa está formada por personas, empezando por el propio empresario. Por tanto, se hace absolutamente necesario utilizar otro tipo de inteligencia, en teoría inherente al ser humano, que es la denominada Inteligencia Emocional. Es decir, es la inteligencia que utilizamos por y para las personas, empleados, clientes, colaboradores, proveedores, etc. Fue Daniel Goleman, investigador y psicólogo estadounidense, quien popularizó el concepto de Inteligencia emocional e incluye en el mismo las siguientes significaciones:  autoconocimiento, autocontrol, automotivación, empatía, habilidades sociales (fundamental para el desempeño laboral).  

Podríamos afirmar, en consecuencia, que la incorporación de SI derivados de la inteligencia artificial en las organizaciones no hace más inteligentes a las personas que manejan la empresa, ni les aportan mayor experiencia, ni toma decisiones en su nombre. Se hacen indispensables dos elementos más: el conocimiento y la inteligencia emocional. 

Hace unos años, concretamente en 1995, conocimos un eslogan que fue un éxito sin precedentes en el sector de la publicidad de la automoción y que puso en los medios la marca Pirelli. “La potencia sin control no sirve de nada”. Sin duda, este eslogan y esta idea debería incitar a la duda razonable respecto a la situación de su empresa.

¿Ha tenido en cuenta los tres elementos?

1.    Conocimiento. Es absolutamente necesario, conocer y dominar los indicadores esenciales de la gestión de nuestro negocio. Conocer la información precisa que nos sea realmente útil para dominar nuestra empresa. Clasificada y ordenada de manera ajustada, evitando excesos e informaciones superfluas e innecesarias que sólo distorsionan la información realmente importante.

2.    Inteligencia emocional. Disponer y utilizar las técnicas absolutamente necesarias para poder obtener el máximo rendimiento de nosotros mismos y del personal a nuestro cargo, de una forma armoniosa y motivante.

3.    Sistemas de Información procedentes de la inteligencia artificial. Disponer de la herramienta necesaria que nos proporciones de forma clara, ordenada, comprensible, perfectamente parametrizada e interpretable solo aquella información que realmente vamos a precisar, para la correcta toma de decisiones. 

Desde CEDEC proporcionamos lo necesario para esa buena y correcta gestión de la empresa. Históricamente hemos trabajado en los tres elementos fundamentales de gestión de empresa. 

Partiendo del conocimiento, ponemos a disposición de nuestros clientes profesionales expertos en gestión y organización empresarial en todos los ámbitos y sectores empresariales, con la aplicación adecuada y razonable de la inteligencia emocional, aportando las técnicas necesarias para la inclusión de la misma en el día a día empresarial y finalmente implantando técnicas de análisis de información para la toma de decisiones estratégicas con las herramientas, sistemas de información, a medida, orientadas a la toma de mejores decisiones más ágilmente, de forma precisa y fiable, como por ejemplo el Business Intelligence. 

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