El mundo de las finanzas corporativas

Hasta que dio comienzo la crisis de los años 2008/2009, la principal preocupación de los empresarios en el aspecto financiero era la disponibilidad de líneas de financiación para las necesidades diarias de las empresas (financiar las ventas, las compras…). Todo ello en un contexto de facilidad para la obtención de crédito.

Tras el inicio de la crisis, la situación cambió completamente y obtener crédito se convirtió en una misión casi imposible.

Entonces, ¿qué hacer? ¿Cómo abordar las necesidades de la empresa? ¿Cómo gestionar el crecimiento?

Estas preguntas abordan los efectos del problema, pero no su causa. Por supuesto, responder a ellas es importante, porque las dificultades financieras son una amenaza que puede acabar por poner en riesgo la viabilidad de la propia empresa; pero debemos ver las finanzas corporativas desde otro punto de vista.

Las FINANZAS CORPORATIVAS deben ser planificadas como se hace con el resto de los factores de la empresa (el suministro de materiales, la producción, el servicio a los clientes, las necesidades de personal). Mucho más, en un contexto de dificultades para obtener recursos financieros.

Las finanzas deben verse como una parte de la actividad de la empresa, y en relación con la actividad del resto de sus áreas.

Pongamos un ejemplo: Si vendemos una gran cantidad de producto o servicio a un cliente que está en una situación financiera difícil; al revisar nuestra cuenta de resultados veremos una cifra excelente, al ver nuestro balance estaremos pensando que todo es normal, solamente a la espera del vencimiento de la fecha de cobro. Quizás nuestra tesorería presente alguna tensión si debemos adelantar cierta cantidad a nuestros proveedores. Pero sólo en el corto plazo, estaremos muy contentos. Las FINANZAS CORPORATIVAS vistas de forma aislada no nos dicen nada.

¿Qué ocurrirá si nuestro cliente no puede pagarnos hasta que, a su vez, venda su producto? El desequilibrio que nos va a provocar puede generar serios problemas.

Pongamos otro ejemplo: Por un error en la confección de las tarifas, hacemos una extraordinaria venta (supone el 25% de nuestras ventas anuales) con pérdidas. De entrada, estamos muy contentos. Como es un error en la tarifa no nos damos cuenta hasta que todo el ciclo de producción o de prestación de los servicios habrá finalizado; cuando ya es tarde.

En ese momento nada se puede corregir. Nuestra revisión de los estados financieros no nos ha indicado nada hasta que todo el producto/servicio está hecho, facturado y cobrado.

Sea un problema de dificultades en la obtención de financiación o sea por problemas derivados de nuestros clientes, en las FINANZAS CORPORATIVAS, la clave está en considerarlas en su globalidad y en su contexto. En ser capaces de “leer” en nuestras finanzas el efecto de las decisiones tomadas en nuestra producción, en nuestras ventas, en nuestras compras o en nuestra prestación de servicios.

Las FINANZAS CORPORATIVAS no son un “mundo aparte” del resto de la empresa, están intrínsecamente vinculadas con la actividad del resto de las áreas, traducen en números nuestras acciones. Su lectura correcta "teniendo en cuenta su contexto" nos permite adelantar nuestras necesidades, prever nuestras dificultades, corregir sus efectos y anticiparse a los problemas.

En CEDEC sabemos que la planificación de la tesorería, la confección del presupuesto económico, el control del cumplimiento del presupuesto, el análisis de las tendencias en los indicadores de gestión, el control de gestión, el equilibrio patrimonial, el análisis financiero del balance…son, todos ellos, sistemas extraordinariamente útiles en la gestión de las FINANZAS CORPORATIVAS.

Pero ninguno de estos elementos tiene importancia en sí mismo; sólo la tienen si se enmarcan en un momento concreto, en una empresa en particular, en un contexto económico, geográfico y sectorial definido… Por ello, deben ser analizados como uno más de los elementos de la empresa.

Así, desde CEDEC, acompañamos a los empresarios para ver, analizar y entender las FINANZAS CORPORATIVAS y todas sus herramientas como una forma de visualizar y prever el resultado de sus decisiones. Permitiendo, además, tomar las medidas de corrección que las conviertan en un elemento valioso para la gestión empresarial.