Recomendaciones para una buena gestión financiera del negocio
La gestión financiera resulta clave para el éxito de cualquier empresa, pues de ella depende la correcta administración de los recursos con el objetivo de asegurar que los ingresos serán suficientes para cubrir los gastos y, por lo tanto, que la actividad será rentable. Sin embargo, para los pequeños empresarios, no siempre es fácil administrar las finanzas, y es muy habitual contratar la gestión de la contabilidad en profesionales externos. En cualquier caso, es indispensable no perder de vista que es necesario planificar y llevar un seguimiento exhaustivo de la tesorería, estructura de costes y liquidez del negocio.
En CEDEC sabemos que administrar las finanzas es esencial para la supervivencia del negocio a largo plazo, y que solo los empresarios que controlan la situación económica de la empresa pueden tomar las decisiones estratégicas adecuadas. Es por eso que compartimos este artículo de El Economista en el que se recopilan algunos consejos básicos para una buena gestión financiera.
1. Estar al tanto de las opciones de financiación
La financiación externa es fundamental para la puesta en marcha y crecimiento de cualquier empresa, pero es aconsejable guardar un equilibrio entre el endeudamiento y la capacidad del negocio para generar beneficios que cubran holgadamente el pago de los intereses. Además, es vital estar al día de las distintas opciones de financiación, que van mucho más allá de la bancaria. Solo así se podrán buscar los canales idóneos para conseguir crédito al menor precio. Así, conviene considerar opciones como las líneas ICO, las Sociedades de Garantía Recíproca, los business angels, las incubadoras de startups, el crowfunding, el crowlending o los fondos de capital riesgo. Además, es importante preparar bien la información financiera para contar con una buena carta de presentación a la hora de solicitar la financiación.
2. Establecer una estructura de costes flexible
Ajustar los costes a las necesidades reales del negocio es primordial para evitar desembolsos innecesarios, además de aumentar la capacidad de ahorro. Eso sí, para poder evaluar los costes existentes e introducir mejoras, hay que llevar la contabilidad al día y conocer de forma exhaustiva tanto la realidad de la empresa como la situación del mercado. Igualmente, se debe dar prioridad a los costes variables frente a los fijos, ya que estos últimos pueden ir contra la viabilidad de la empresa si se atraviesa un bache y disminuye la actividad de la misma, ya que el precio a pagar será el mismo independientemente de los resultados económicos. Por el contrario, los primeros se relacionan directamente con el volumen de producción, y se pueden buscar fórmulas para mejorarlos a través de, por ejemplo, nuevos proveedores con condiciones más ventajosas, acuerdos en la distribución del producto, automatización de procesos… Huelga decir que los costes han de reflejarse siempre de forma correcta en el precio del producto final, ya que más allá del margen de beneficio directo, hay que tener en cuenta esas imputaciones de costes indirectos.
3. Controlar los plazos de cobro y pago
En la medida de lo posible, hay que tratar de ajustar los tiempos de cobro y de pago, limitando los pagos de los clientes a largo plazo, incentivando el cobro por adelantado, y convenciendo a los proveedores para retrasar sus cobros hasta que se cuente con la liquidez suficiente. Está claro que la morosidad es un problema muy habitual y, justamente por ello, es importante ser activos a la hora de cobrar las facturas. Contar con un calendario en el que marcar los días de cobro y pago ayudará a mantener el equilibrio entre ingresos y gastos, y a no despistarse a la hora de reclamar las facturas vencidas. Por otra parte, conviene recordar que existen aplazamientos a la hora de pagar a Hacienda y a la Seguridad Social las cuotas de IVA no cobrados, el IRPF o el impuesto de sociedades, y es buena idea hacer uso de ellos cuando la tesorería se ve descompensada.
En CEDEC, Consultoría de Organización Estratégica, consideramos esencial que las empresas se aseguren de realizar una correcta gestión financiera, ya que solo así podrán garantizar un buen uso de los recursos, y la competitividad del negocio. De hecho, una buena administración de las finanzas es el primer paso para la viabilidad de un negocio y la consecución de la excelencia empresarial.
Imagen Conexión ESAN
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