¿Qué es la economía circular y cómo puede implantarla una empresa familiar?
Utilizar eficazmente los recursos, ese es
el objetivo de la economía circular, una estrategia empresarial donde prima la reducción, reutilización y reciclaje de las materias primas y otros elementos. Esto supone un cambio radical respecto al modelo económico convencional, y entre sus ventajas no está solo una mayor sostenibilidad, sino también
un importante ahorro de costes.
En
CEDEC consideramos esencial que todas las
empresas se familiaricen con este innovador modelo de negocio que ya están implementando muchas de las empresas líderes. Y en este sentido, las
empresas familiares también pueden beneficiarse al introducir este tipo de iniciativas para
aumentar su productividad, ser menos dependientes de proveedores externos o atraer nuevos clientes. Por eso compartimos este
artículo de Directivos y Empresas donde se dan algunas recomendaciones para sumarse a la economía circular.
Interactuar con grupos externos
Clientes, Gobiernos, Organizaciones no gubernamentales o Inversionistas están incluyendo cada vez más
la sostenibilidad en sus agendas, y las empresas familiares pueden (y deben) aprovechar esta alineación de intereses para ser proactivos en su implantación de medidas de economía circular.
De hecho, no solo interactuando con dichos grupos externos,
sino también colaborando con una amplia variedad de socios, desde proveedores a instituciones de investigación o empresas de otras industrias (al fin y al cabo, los desechos de una industria pueden ser la materia prima de otra). La clave está en ser imaginativo a la hora de desarrollar productos y procesos circulares y cooperar con otras organizaciones
para que sea viable llevarlo a cabo.
Contar con un liderazgo fuerte
Las iniciativas circulares
deben ser impulsadas desde una dirección consistente y fuerte, que tenga clara la apuesta por este nuevo modelo de negocio para reducir costes y lograr una ventaja competitiva. Solo así se podrán desplegar los recursos financieros y humanos necesarios, además de
contagiar el entusiasmo a todos los miembros de la empresa.
Para ello, el líder debe saber
cómo comunicar su visión, explicando exactamente qué estrategia se va a seguir a cabo, qué medidas circulares se pueden implementar y que supone eso para el día a día de la empresa. Además, debe asegurarse de que
se capacita a los empleados con la formación necesaria.
Por otro lado, debe haber una
comunicación sin barreras entre los distintos departamentos, ya que esto no es algo que deba circunscribirse a un área determinada, incluso cuando se cuenta con un departamento exclusivo orientado a la innovación o la sostenibilidad. Las iniciativas circulares
son transversales, y deben involucrar desde el primer momento a las unidades de negocio.
Empezar por la innovación en los procesos
Este es el cambio menos disruptivo y el que proporciona
un retorno de la inversión más rápido, por eso tiene lógica comenzar la implementación de iniciativas circulares a nivel de procesos. Cuando esto ha funcionado, es cuando se pueden explorar
nuevas oportunidades de producto, tratando de desarrollar un caso comercial que justifique estas nuevas actividades.
Solo cuando se han dado estos pasos previos se puede plantear una empresa dar el salto a un
modelo de negocio circular en su globalidad.
Medir los objetivos alcanzados
La única manera de que una empresa familiar compruebe si la economía circular le está proporcionando
mayor competitividad y rentabilidad es que sepa con qué indicadores medir el progreso, elaborando de forma periódica
informes de resultados, tanto internos como externos.
Porque algo que no se debe perder de vista es que
los beneficios de la economía circular son tangibles: ahorro de costes, procesos más eficientes, nuevos productos y servicios, mayor equidad de marca… pero también suponen
una inversión previa importante, que no se suele poder repercutir en el precio, aunque sí sirve para atraer nuevos clientes o satisfacer a los inversores.
En
CEDEC, Centro Europeo de Evolución Económica, consideramos fundamental que las
empresas familiares se sumen al cambio de este
modelo de negocio que supone la economía circular, lo que las permitirá competir en igualdad de condiciones, e incluso aventajar, a compañías más grandes, cimentando su camino hacia la
excelencia empresarial.
Imagen El boletín
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