Protocolo familiar
En nuestros artículos “
El pago de impuestos cuando el hijo se convierte en titular de un negocio” y “
8 motivos por los que el relevo generacional fracasa” tratamos el tema del
relevo generacional y el
protocolo familiar.
Para evitar que las empresas familiares desaparezcan existe lo que denominamos “
Protocolo Familiar”, concepto oído en muchas ocasiones pero que, las más de las veces, se confunde con una especie de “testamento” para el reparto de los bienes existentes, cuando en realidad es algo mucho más profundo. Es por ello que en
CEDEC preferimos considerar
Protocolo Familiar en el ámbito del relevo generacional (presente o futuro).
El objetivo del
Protocolo Familiar es el de asegurar la buena relación familiar en el entorno empresarial, garantizando la unidad familiar y el desarrollo de la empresa.
Por eso, cualquier
Protocolo Familiar debe partir de una asunción por todos de los valores y principios fundacionales de la empresa y, a partir de ahí, abordar los siguientes aspectos:
- Asegurar la continuidad sin pérdida de competitividad
- Fomentar la igualdad de oportunidades
- Establecer relaciones jerárquicas y de respeto
- Fortalecer la unidad familiar
- Establecer las condiciones para el desarrollo de la Empresa
- Desarrollar de la conciencia necesaria para el control de la propiedad.
- Análisis de los eventuales fraccionamientos de la propiedad y derechos consiguientes
- Definición de las nuevas relaciones familiares en su caso.
Es obvio que todo ello requiere análisis, estudio, presentación de alternativas y negociaciones. En el mundo real, esto es en ocasiones muy dificultoso ya que las partes aportan a dicho análisis una subjetividad y una “historia vivida” no siempre favorecedora de acuerdos inteligentes.
Lo más relevante del
Protocolo Familiar y de
Relevo Generacional, no consiste tanto en su resultado final, plasmado en un documento más o menos complejo; sino que
lo realmente importante es el proceso de negociación y reflexión individual y colectiva que da lugar a los pactos que posteriormente se reflejarán en el documento.
Es por ello, que no se debe dar valor al documento en sí, sino a la
unificación de criterios y voluntades que desembocan en el mantenimiento de un
proyecto común para las siguientes generaciones con una unidad de criterio y objetivo, más allá de las naturales discrepancias individuales y puntuales.
Para dirigir el proceso, salpicado de posiciones personales a veces contradictorias,
intereses individuales en ocasiones complejos de conciliar,
la intervención de expertos es crucial, no sólo en la aportación de soluciones, ideas y maneras, sino en el
arbitraje profesional y técnico dirigido exclusivamente a los intereses globales de la familia y de la empresa.
La intervención del profesional externo se hace necesaria, ya que además de la elaboración del protocolo, que ya lo exige, el relevo generacional debe prepararse con tiempo, cambiando estructuras organizativas, para propiciar los apoyos que el nuevo (actual o futuro) responsable de la empresa necesitará en su evolución.
El consejo que damos desde
CEDEC es que
el relevo debe ser preparado con el tiempo necesario, sin urgencias, y dirigido por un profesional ajeno a la propia empresa/familia que sea capaz de buscar los puntos de coincidencia, obviando los de divergencia y buscando mantener los principios antes apuntados, y que deberá considerar la necesidad de potenciar la figura del nuevo líder, adaptando para ello las medidas necesarias tanto en la estructura organizativa como en los procesos operativos, que adapten la estructura empresarial a la figura del nuevo líder de la empresa.
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JAC 01/03/2013