Empresa familiar y teletrabajo: cómo gestionarlo con eficacia
Una política de teletrabajo evita malentendidos, mejora la productividad y refuerza el compromiso.
El teletrabajo ha pasado de ser una excepción a ser habitual en el día a día de muchas empresas, también empresas familiares y pymes.
En CEDEC, Consultoría de Organización Estratégica, más que consultores de la empresa, somos consejeros de los empresarios de pymes y de empresas familiares.
Ya no se trata solo de una medida coyuntural o de conciliación, sino de una opción estratégica. ¿Pero quién lo necesita más: la empresa o el trabajador? La respuesta, en realidad, es que ambas partes se benefician… si se gestiona bien.
Las empresas familiares y las pymes no siempre disponen de políticas escritas o procesos estandarizados. Sin embargo, cuando hablamos de teletrabajo, la improvisación puede generar conflictos, pérdida de productividad o incluso desmotivación del equipo.
¿Por qué establecer una política de teletrabajo?
Porque una política clara tiene tres beneficios muy significativos: Define qué se espera de cada parte, da coherencia a las decisiones y aumenta la confianza y la transparencia.
Además, evita situaciones arbitrarias, como permitirlo a unos empleados y a otros no, sin criterios objetivos. En una pyme o empresa familiar, donde los vínculos personales pueden influir más que en una gran corporación, contar con una guía escrita ayuda a mantener la equidad y la profesionalidad.
Modalidades de teletrabajo
El teletrabajo no es un modelo único. Existen diferentes opciones que una empresa puede contemplar:
• Teletrabajo total: la persona trabaja siempre desde casa o desde otro lugar remoto.
• Teletrabajo parcial o híbrido: combina días presenciales y días en remoto.
• Teletrabajo ocasional: se activa solo en situaciones puntuales (emergencias, necesidades familiares, etc.).
Lo importante es definir cada modalidad con sus condiciones concretas: disponibilidad, herramientas necesarias, tiempos de respuesta, acceso a la información, etc.
Ventajas para el trabajador, beneficios para la empresa
Con le teletrabajo el trabajador adquiere unas ventajas: Mejora la conciliación entre vida personal y laboral, reduce el tiempo y coste de desplazamientos y goza de mayor autonomía, lo que se traduce, en muchos casos, en más motivación y compromiso.
Eso sí, no todo son ventajas. El aislamiento, la dificultad para desconectar o la falta de coordinación pueden convertirse en amenazas si no se previenen.
Estas ventajas se convierten en beneficios para la empresa: mayor productividad, reducción de costes fijos (no necesita espacios de trabajo amplios, que den cabida a todos los trabajadores a la vez) y atracción y fidelización de talento (sobre todo en trabajadores que valoran la flexibilidad).
Lo que no hay que hacer
Muchas veces para saber lo que conviene es buena idea tener claro lo que nunca se debe hacer.
En el caso de la política de teletrabajo hay cinco líneas rojas:
• No definir nada por escrito.
• Aplicar el teletrabajo “a dedo”, sin criterios.
• No formar al equipo directivo para liderar a distancia.
• No establecer objetivos medibles.
• No contar con herramientas de seguimiento y comunicación efectivas.
El teletrabajo no es solo una cuestión de tecnología. Requiere cultura organizativa, liderazgo y normas claras.
En CEDEC, Consultoría líder en Europa en gestión, dirección y organización de empresas, disfrutamos de ayudar a personas para que tengan la empresa que se merecen y, lo más importante, a que disfruten de ser empresarios. Una política clara de teletrabajo es, en este sentido, una herramienta que permite alinear las expectativas, mejorar la gestión de personas y adaptarse a las nuevas formas de trabajar. No se trata de seguir una moda, sino de prepararse para un futuro que ya es presente.
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