Publicado por cedec el 16-11-2017

La responsabilidad social corporativa juega un papel esencial en la reputación de las empresas

La responsabilidad social corporativa (RSC) y la reputación son dos conceptos que se suelen confundir y que equivocadamente se limitan a la estrategia de marketing de una empresa, pero la realidad es que son temas diferentes, a pesar de su fuerte vinculación. Tanto la RSC como la reputación cumplen un papel clave en el desarrollo global de cualquier empresa.

En CEDEC somos conscientes de que la responsabilidad social corporativa es mucho más que una pose o una propaganda, puesto que no solo representa los valores de cualquier negocio o marca, sino que es un elemento esencial para la supervivencia futura de una empresa. De hecho, la RSC es esencial para construir una reputación sólida y al servicio de los objetivos empresariales. De ahí que destaquemos este artículo de ABC que aborda estos dos términos y da una visión muy actualizada de cómo afectan en plena transformación digital, con algunos ejemplos recientes.

Antes de profundizar más, hay que diferenciar ambos términos. La responsabilidad social corporativa representa la ética y los valores de un negocio. La RSC engloba todo tipo de acciones orientadas al beneficio de la sociedad, el medioambiente o cualquier otra causa y que implican una inversión por parte de la empresa. Dicha inversión se transforma no solo en múltiples beneficios para la ciudadanía, sino que hacen posible que la marca se forje una cuidada reputación, que es la percepción que se genera en el consumidor o cliente potencial, en gran medida a través de dichas acciones de RSC.

La importancia de este concepto es tal que los consumidores, de hecho, se guían por la reputación de una marca para tomar sus decisiones de compra. Se ha constatado que los consumidores dan preferencia a las marcas que realizan importantes aportaciones de responsabilidad social corporativa, relacionadas con su actividad o servicio.

La reputación en ciertos negocios juega un papel esencial porque es tal vez el elemento diferenciador frente a su competencia, como por ejemplo en el sector de la banca o los seguros. De ahí que en ningún caso se debe subestimar el impacto de la reputación, ni limitarla al departamento del marketing, porque es tal su implicación en el desarrollo de cualquier negocio que debe analizarse y desarrollarse desde una estrategia más global. Por supuesto, no contar con una estrategia de reputación offline y online se puede considerar toda una temeridad. Los datos así lo demuestran: un 23% de los consumidores están dispuestos a comprar productos a una empresa con una reputación media, un 39% si la reputación es sólida y un 77% si ésta es excelente.

En el caso de una crisis de reputación, que ponga en entredicho la imagen de una marca, hay distintas estrategias para reconducir la situación. Ante una deteriorada reputación es esencial orientar los esfuerzos y la responsabilidad social corporativa a trabajar los valores que mejor representan a una organización y para ello, es importante contar con el compromiso de los empleados, no solo con la cúpula de mando. La comunicación interna de dichos valores junto con apostar por la transparencia y aceptar los errores son la clave para superar una crisis de reputación.

Las empresas cada vez son más conscientes del impacto de la reputación en su negocio. Esto afecta a las decisiones del consumidor, que hoy en día se fija más en la confianza de la marca que en otros aspectos como el precio. De ahí que ya se está produciendo un cambio de tendencia entre los ejecutivos que cada vez cuidan más la imagen que ofrece su empresa, demandando herramientas para velar por dicha reputación.

En CEDEC, Centro Europeo de Evolución Económica, consideramos que las acciones de responsabilidad social corporativa deben desarrollarse en todos los sectores empresariales no solo por el valor ético que conllevan, sino por su implicación en la reputación corporativa. Dichas inversiones y acciones se transforman en una percepción que afecta de forma poderosa a la evolución de una empresa. La responsabilidad social corporativa es una oportunidad para ser más competitivos y afrontar con éxito crisis de cualquier índole. Sin duda, germinar los valores de una empresa a través de su RSC es un pilar crucial para la excelencia empresarial.

Imagen  csg

0 Comentarios

Deja tu comentario

Campo obligatorio.
Campo obligatorio/erróneo.
Campo obligatorio.

Noticias Relacionadas

Publicado por cedec el 06-05-2025

Cómo usar la inteligencia competitiva para tomar mejores decisiones

Entender mejor el mercado para decidir con criterio Inteligencia competitiva. El término suena complejo, casi reservado a grandes corporaciones. Pero no lo es. Una empresa familiar o una pyme también puede usarla para tomar mejores decisiones y proteger su posición en el mercado. En CEDEC, Consultoría de Organización Estratégica, más que consultores(...)

Publicado por cedec el 29-04-2025

El futuro de la empresa familiar y de la pyme pasa por la digitalización

Adaptarse o desaparecer: el reto digital En nuestro reciente informe Empresas familiares y pymes 2025: Oportunidades y desafíos de futuro, que puedes descargarte aquí, la digitalización era la inversión más mencionada por los empresarios encuestados entre las prioritarias. En CEDEC, Consultoría de Organización Estratégica, más que(...)

¡Suscríbete a nuestra newsletter!

Recibirás noticias mensuales sobre gestión estratégica empresarial y casos de éxito de nuestros clientes.