El salario no es solo la retribución monetaria: seguros y planes de jubilación también cuentan

Aunque lo más habitual es que los trabajadores reciban su salario en forma de dinero, esta no es la única opción, sino que parte de la retribución de los empleados puede darse a través de bienes o servicios que ofrece la empresa: es lo que se conoce como salario en especie, o retribución flexible.

En CEDEC somos conscientes que a veces es difícil trazar el límite entre lo que es salario y lo que es una compensación, y muchas empresas tienen dudas sobre qué tipo de retribuciones deben tenerse en cuenta a la hora de, por ejemplo, calcular una indemnización por despido. Por eso compartimos este artículo de El Economista que da respuesta a esa cuestión: los seguros médicos, de vida y los planes de jubilación que ofrece una compañía a sus empleados siempre forman parte de la base salarial.

Así lo establece una sentencia del Tribunal Supremo de este año, que deja muy claro que este tipo de retribuciones son salario a efectos indemnizatorios, independientemente de que se estipulen de forma individual o por compromiso colectivo, y de la periodicidad con la que se abone la cuota. Por lo tanto, las primas de los seguros y el plan de jubilación se consideran salario en especie en retribución a la prestación de servicios. Algo que resulta lógico, si tenemos en cuenta que este tipo de cuotas se abonan como pago al trabajo realizado, y dentro de una relación laboral.

¿Y qué ocurre con otras modalidades de salario en especie?

Otra forma de retribuir al trabajador es pagando su vivienda, especialmente en casos en los que el empleado debe trasladarse fuera de su ciudad de origen. Este tipo de pago en principio también es considerado como salario, pero hay excepciones: se trataría de un concepto extra-salarial si no se abonase como contraprestación al trabajo realizado, sino como compensación a un gasto consecuencia de la propia actividad laboral.

En cuanto a los pluses de transporte, comida y vestuario profesional, suelen tener carácter extra-salarial, y por lo tanto, ni cotizan ni tributan, ni formarán parte del cálculo de indemnizaciones.

Tampoco se debe tener en cuenta el abono del Impuesto sobre el Valor Añadido, pues este tipo de cantidades no son un pago al trabajo realizado, sino que es un dinero recaudado para ingresar en la Hacienda Pública, y simplemente se salda la deuda contribuida con el empleado que había adelantado el importe.

En CEDEC, Centro Europeo de Evolución Económica, creemos que es importante que todas las empresas conozcan exactamente qué tipo de retribuciones forman parte del módulo salarial y cuáles no, para poder efectuar de forma correcta el cálculo de las indemnizaciones, en caso de que haya despidos. Para ello, se tendrá en cuenta el valor económico de cada una de las retribuciones en especie, tal y como se indica en la nómina, porque la suma de todos esos conceptos es lo que da como resultado el salario total.

Imagen Edenred

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