La cultura organizacional en la empresa familiar
Por qué puede ayudarte a disfrutar de ser empresario
La cultura organizacional es el conjunto de valores, creencias, actitudes y comportamientos compartidos por los miembros de una misma organización.
En CEDEC, Consultoría de Organización Estratégica, más que consultores de la empresa, somos consejeros de los empresarios de pymes y de empresas familiares.
La cultura organizacional funciona como el ADN de la empresa, influyendo en cómo se toman las decisiones, cómo se ejecutan las operaciones y cómo interactúan los empleados entre sí y con el exterior.
La cultura organizacional es fundamental porque actúa como un marco orientador para todos los niveles de la organización. Determina desde cómo se manejan las situaciones cotidianas hasta cómo se enfrentan los retos estratégicos. Una cultura sólida mejora la cohesión interna y la eficiencia operativa, facilitando la alineación de objetivos personales y grupales con los de la empresa.
En el contexto de la empresa familiar, la cultura organizacional adquiere una importancia aún mayor. Estas empresas no solo buscan la rentabilidad, sino que también aspiran a perpetuar un legado familiar. La cultura en estas organizaciones suele estar profundamente influenciada por los valores y la historia familiar, lo que puede fortalecer la unidad y el compromiso a largo plazo de sus miembros.
Características de la cultura organizacional
1. Visión compartida. Todos los miembros entienden y se comprometen con los mismos objetivos y metas a largo plazo.
2. Normas explícitas e implícitas. Reglas de conducta tanto formalizadas como basadas en costumbres no escritas.
3. Símbolos y lenguaje. Identidad visual y un lenguaje propio que refuerzan la identidad corporativa y la cohesión.
4. Estructura de poder. Distribución de la autoridad que puede ser más o menos centralizada, dependiendo de los valores predominantes en la cultura.
Beneficios de adoptar una cultura organizacional en la empresa familiar
Una cultura organizacional clara reduce barreras entre la dirección y los departamentos, asegurando que la información fluya libre y eficientemente. Esto minimiza los errores y malentendidos, permitiendo tomar decisiones más informadas y rápidas.
Al tener una cultura bien establecida, los empleados están más motivados y alineados con los objetivos de la empresa. Esto se traduce en un mayor compromiso y esfuerzo por parte de los trabajadores, lo cual se refleja en una mayor producción y calidad del trabajo.
Un ambiente de trabajo positivo y una cultura inclusiva son factores clave para retener a los empleados valiosos. Además, una cultura fuerte atrae a nuevos talentos que buscan lugares donde puedan desarrollarse personal y profesionalmente.
Las empresas con culturas organizacionales flexibles y robustas son capaces de adaptarse más fácilmente a los cambios del mercado y a superar crisis. Esto se debe a que tienen una base sólida de valores y prácticas que guían su capacidad de respuesta ante situaciones imprevistas.
Tipos de cultura organizacional
Kim S. Cameron y Robert E. Quinn son académicos reconocidos por su trabajo en el campo de la administración y comportamiento organizacional. Ellos desarrollaron un modelo de cultura organizacional que clasifica las culturas en cuatro tipos principales:
Cultura de clan: Se caracteriza por un ambiente similar al de una familia, donde la lealtad y la tradición son muy valoradas. Promueve la participación y el consenso entre los empleados, enfocándose en la mentoría y el apoyo mutuo.
Cultura adhocrática: Prioriza la innovación y la creatividad, ideal para industrias que requieren de constante innovación como la tecnología y la creativa. Fomenta un entorno de trabajo dinámico donde se incentiva la toma de riesgos y la experimentación.
Cultura de mercado: Orientada hacia los resultados y la competitividad. En este tipo de cultura, los objetivos de rendimiento y el logro de metas financieras son prioritarios. Es común en empresas que operan en mercados altamente competitivos.
Cultura jerárquica: Se enfoca en la estructura y el control formal, con procedimientos claros y una cadena de mando definida. Este tipo de cultura es efectiva en organizaciones grandes y complejas que necesitan orden y eficiencia, como las gubernamentales o las industriales.
En CEDEC, Consultoría líder en Europa en gestión, dirección y organización de empresas, disfrutamos de ayudar a personas para que tengan la empresa que se merecen y, lo más importante, a que disfruten de ser empresarios. Al tener una cultura organizacional bien definida y alineada con sus valores personales y empresariales, los empresarios pueden experimentar un mayor sentido de propósito y satisfacción, reafirmando que más allá de los desafíos, ser empresario puede y debe ser una fuente de disfrute personal y profesional.
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melissa 28/08/2024