¿Cómo pueden las empresas afrontar entornos inestables BANI como el actual?
Estos últimos años hemos vivido inmersos en un ambiente volátil, incierto, cambiante y ambiguo, siglas que, en inglés, hacen referencia a los denominados entornos VUCA. A la no tan lejana crisis sanitaria, se le han sumado otras como las tensiones inflacionistas, una mayor volatilidad de los mercados, la inestabilidad climática o una creciente y preocupante crisis energética que amenaza la marcha de muchos negocios.
Los entornos BANI hacen referencia a estos momentos quebradizos, ansiosos, no lineales e incomprensibles. Son tiempos de caos, de situaciones derivadas de las crisis y el cambio y que hacen que nuestro entorno se convierta en un espacio más caótico e inestable todavía. Algo que venimos observando y analizando en CEDEC, Consultoría de Organización Estratégica líder en Europa en gestión, dirección y organización de empresas, con el objetivo de preparar a las empresas a afrontar con mayores garantías, los retos que se presentan ante este futuro impredecible e incomprensible.
Esta claro que, hace apenas cuatro años, ningún empresario hubiera predicho los acontecimientos que ha vivido nuestra sociedad. De ahí, que el acrónimo BANI, explica en una palabra este contexto inestable a nivel geopolítico, económico, social y medioambiental en el que nos encontramos que, tanto personas como empresas, deberemos afrontar estos próximos años.
Así, las siglas BANI hacen referencia a quebradizo (brittle) que explica que las cosas son frágiles y tienden a romperse cuando no hay una estructura sólida creada. Estas crisis simultáneas, han puesto de manifiesto que algunas empresas eran menos fuertes de lo que aparentaban ser. Ansiedad, que hace alusión al miedo que se genera en tiempos de incertidumbre. Afrontarla con éxito requiere confianza y saber adaptar los esquemas para dar cabida a soluciones creativas e innovadoras. No linealidad, que indica que, en muchas ocasiones, no hay relación entre causa y efecto, y esto, nos desestabiliza por falta de comprensión. Para evitar el fracaso de muchos modelos de negocio, se necesita flexibilidad, trabajo en equipo y transparencia. Y finalmente, momentos como el actual nos demuestran lo incomprensible de algunos comportamientos de los mercados y la economía. El escenario actual se caracteriza por la proliferación de datos. Sin embargo, no siempre les damos el uso adecuado, por lo que las conclusiones a las que llegamos pueden no ser las acertadas.
En todo este contexto caótico, las empresas tienen que afrontar las dificultades construyendo soluciones resilientes. Este es otro concepto que ha cobrado una inusitada fuerza. Resistir, recuperarse de las crisis y adaptarse a nuevas realidades son las cualidades que el tejido productivo desea tener. Para ello, hay que crear sistemas sólidos, mirando el pasado para entender el presente y recurrir a aspectos como la formación, la flexibilidad, la creatividad, la innovación y un liderazgo capaz de afrontar cualquier tipo de situación.
No hay que perder de vista que, cualquier tipo de decisión conlleva riesgos que hay que saber asumir y en estos momentos, la intuición también se convierte en una aliada nuestra. Mantenerse inmóvil no es una opción. Reinventarse, reorientar los servicios o productos y cambiar los esquemas que ya no sirven son aspectos que ahora priman sobre la rigidez y la planificación a largo plazo. En estos momentos, todo cambia muy deprisa. Sin embargo, pese a las complejidades crecientes, también han surgido oportunidades gracias a las nuevas tecnologías. La inteligencia artificial, el aprendizaje automático y otros avances para la gestión y análisis proporcionan ventajas competitivas a los negocios.
En CEDEC, Consultoría de Organización Estratégica Empresarial, somos conscientes de que las empresas puedan crecer incluso en entornos BANI. La resiliencia, la productividad y la gestión basada en un asesoramiento especializado mejoran los resultados y facilitan el camino hacia la Excelencia Empresarial.
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