¿Cómo hacer un análisis GAP en la empresa?
Entender el estado de la empresa es una tarea que podemos llevar a cabo desde varios ángulos. No existe un único parámetro que muestre toda la información necesaria. Es por esto por lo que debemos recurrir a diferentes tipos de metodologías, como es el caso del análisis GAP. Este método nos permite descubrir las brechas existentes dentro de la organización que pueden frenar su crecimiento.
En CEDEC, consultoría de Organización Estratégica líder en Europa en gestión, dirección y organización de empresas, sabemos que las compañías están en constante evolución. Buena parte de este proceso se lleva a cabo siguiendo numerosos planes y estrategias que, a la hora de trazarlos, nos obliga a conocer el estado en el que nos encontramos. De lo contrario, no tendremos una base sólida sobre la que cimentar el crecimiento hacia el futuro.
Así pues, el análisis GAP, o también llamado análisis de brechas, es una herramienta interesante para comprender la situación actual de la empresa. Nos ayuda a conocer dónde nos encontramos, la meta a la que queremos llegar y qué es lo que separa ambos puntos. Quizás sea la falta de unas habilidades concretas, mejorar el estado financiero del negocio o del área de ventas de la empresa. En cualquier caso, debemos determinar estas debilidades para poder corregirlas.
Este análisis, abreviatura de los términos Good, Average y Poor en referencia al resultado de los aspectos analizados, nos permitirá identificar las áreas de mejora y las que actúan como un lastre para la consecución de los objetivos empresariales, es decir, las brechas o deficiencias en la organización. Eso sí, no se tienen en cuenta las condiciones externas de la empresa, ya que analiza solo aspectos internos. Así, es recomendable emplear otras herramientas y combinar los resultados para obtener la información de lo que necesitamos de la forma más real posible.
Además de evaluar la situación actual de la empresa y detectar sus puntos débiles, el análisis GAP de adapta con facilidad a los diversos departamentos de la empresa, ya sea el logístico como el comercial o de recursos humanos. Identifica los riesgos asociados a los procesos realizados y determina las necesidades de la empresa a la hora de corregirlos. Sin olvidar, que toda esta información nos servirá de base a la hora de confeccionar una planificación eficiente para alcanzar los objetivos propuestos.
Para llevar a cabo un análisis GAP, podemos seguir cuatro fases. La primera se destina a determinar el área de la empresa que hay que analizar?. Es una fase fundamental para el resto de las acciones porque acota el ámbito de acción a analizar, sin dejar de lado el estado actual de toda la compañía para contextualizar mejor el estudio. Tras esta primera fase, llega el momento de definir la situación deseable que queremos alcanzar, es decir, los objetivos que el área analizada debería alcanzar en una situación óptima. En la tercera fase establecemos el punto deseable del que, en la actualidad, nos separa una brecha que trataremos de cubrir para alcanzar los objetivos. Se comparan los datos de la situación actual con la situación deseable y se intentarán detectar las áreas en las que no se han obtenido los resultados esperados.
La solución de la brecha es la última y cuarta fase. Se trata de analizar las razonas que han impedido llegar a los objetivos deseados. Su finalidad es la de reducir o eliminar las carencias de un área específica o de toda la empresa, y poner en marcha acciones encaminadas a eliminar esas deficiencias. Es recomendable establecer una serie de criterios de medición para evaluar el avance de las acciones. Así, tendremos una idea clara de si estamos o no alcanzando los objetivos que nos hemos marcado con anterioridad.
En definitiva, el análisis GAP es una herramienta interesante para incorporar en nuestra organización a la hora de realizar un estudio de la situación actual de la empresa. Es útil para encontrar deficiencias y solucionar aquellas brechas que nos impiden alcanzar nuestros objetivos. En CEDEC, consultoría de Organización Estratégica Empresarial, recomendamos elegir procesos de mejora continua. Gracias a ellos se favorece una actualización constante de la compañía, sin duda, un paso más para seguir avanzando hacia la Excelencia Empresarial.
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