¿Cómo debe ser el líder de una empresa para adaptarse a los tiempos actuales?
Es habitual escuchar que
un líder y un jefe no son la misma cosa, que mientras uno inspira y motiva, el segundo simplemente manda. Pero además, un líder de hace veinte o treinta años poco se asemeja a uno actual, ya que
el estilo de liderazgo ha tenido que adaptarse a los nuevos tiempos y a los cambios que se han producido en la forma de trabajar y en las aspiraciones profesionales de las personas.
En
CEDEC sabemos que
liderar de forma efectiva una compañía es la vía más rápida de que esta logre sus objetivos, por eso compartimos este
artículo de Cepyme News sobre los distintos ámbitos en los que
el liderazgo tradicional debe evolucionar para adaptarse a las necesidades laborales actuales.
Hoy en día, el líder de una empresa no debe simplemente dirigir a sus subalternos, sino que ante todo, ha de
creer en su equipo, valorarlo, compartir conocimientos y proporcionar un entorno de aprendizaje. Y es que lo que antes convertía a alguien en un buen jefe: ser autónomo, decisivo, enérgico o contar con voluntad de actuar, sigue siendo importante, pero
ya no es suficiente. Hay 3 consideraciones que es importante tener en cuenta, actualmente, a la hora de lograr influir y mejorar los resultados de los trabajadores.
La estructura piramidal se sustituye por otra más horizontal
El liderazgo tradicional se basaba
en una jerarquía clara, en la que el poder se ejercía desde arriba hacia abajo, a través de órdenes directas. Sin embargo, el entorno cambiante en el que se encuentra la gestión de empresas ha obligado a las compañías a reinventarse,
adaptándose a las demandas de las nuevas generaciones, y aprovechando mejor el talento de cada uno de los empleados.
Así, las organizaciones cuentan
con menos niveles de gestión, y se promueve la libertad y autonomía de los trabajadores, algo que influye considerablemente en el estilo del líder, que
debe guiar a los colaboradores, en lugar de dictar directrices concretas. Se transfiere así parte de la responsabilidad a los empleados, que se sienten
más identificados con los objetivos de la empresa, y más motivados en sus tareas diarias.
El desarrollo profesional no consiste solo en promociones
Antiguamente, la principal motivación de los trabajadores consistía en
escalar posiciones dentro de la jerarquía, pero en la actualidad no basta con ofrecer ascensos para que un profesional sienta que está desarrollando su carrera profesional. Facilitar
la adquisición de nuevos conocimientos, de ampliar su experiencia y de enfrentarse a nuevos retos es fundamental para lograr implicación con la empresa. Algo que el líder debe impulsar a través de un conocimiento exhaustivo de su equipo, de sus expectativas y aspiraciones, y de la puesta en marcha de
actividades para mejorar la cooperación, como los programas de
mentoring.
Las decisiones se deben basar en información compartida
Sin duda, el líder actual debe contar con carisma, iniciativa y una visión clara del futuro de la empresa, pero es importante que
no trate de imponer sus resoluciones a los demás, sino que colabore, compartiendo sus conocimientos y los datos que maneja, para poder tomar
decisiones de consenso. Además, ha de estar abierto a las propuestas de sus colaboradores, potenciando en todo momento su creatividad y capacidad de innovación.
En
CEDEC, Consultoría de Organización Estratégica, consideramos esencial que los líderes contemporáneos sepan cómo motivar a su equipo y
sacar el máximo partido de cada uno de los profesionales que componen la plantilla, pues solo así se podrá lograr destacar en un mercado tan competitivo como el actual. Un estilo de liderazgo eficaz será, de esta forma, la base para el crecimiento de la empresa y
la consecución de la excelencia empresarial.
Imagen EAE Business School
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