¿Cómo autodiagnosticar una empresa?
La realidad del mercado y su constante evolución, obliga a todas las empresas a diseñar planes estratégicos y marcar objetivos específicos para establecer una hoja de ruta que les permita identificar las oportunidades de negocio y reaccionar ante las adversidades. Esta adaptación a los cambios requiere de un correcto diagnóstico previo para tomar las mejores decisiones, el cual requiere conocimiento, tiempo y esfuerzo para establecer unos mecanismos adecuados para hacer frente a cualquier situación.
En CEDEC, consultoría de Organización Estratégica líder en Europa en gestión, dirección y organización de empresas, recomendamos efectuar autodiagnósticos cada cierto tiempo para que los directivos de la compañía determinen si se cumplen o no los planes de negocio. De esta forma, los responsables tienen la capacidad de valorar si los objetivos marcados están consiguiéndose o si es conveniente tomar medidas correctivas para lograrlo.
En ese sentido, el análisis anticipado de varios factores de la empresa ayudará a comprender su estado, la evolución de las estrategias y detectar posibles problemas. Para ello, es necesario plantearse una serie de preguntas clave para establecer las medidas oportunas para mejorar la gestión y el funcionamiento interno de la compañía. Estas servirán como autoevaluación y serán de gran utilidad siempre y cuando se respondan con honestidad. De lo contrario, las conclusiones obtenidas solo servirán para agudizar más los problemas que existan, los cuales desconoceremos, y se imposibilitará buscar las soluciones oportunas.
Deberíamos analizarnos haciéndonos una serie de preguntas y responderlas de forma concreta y realista, como por ejemplo, saber cuántas líneas de producto tiene la empresa, sin tenemos productos originales o tienen mucha competencia en el mercado. A lo largo de los años, lo normal es que las organizaciones desarrollen múltiples artículos o servicios para expandir el negocio. Sin embargo, hay que establecer cuáles han de permanecer activos, analizándolos uno a uno para identificar aquellos que son más rentables, los que no lo son o los que necesitan correcciones para una mayor aceptación en línea con lo que espera el mercado.
Otras preguntas interesantes estarían enfocadas a conocer la verdadera calidad del producto, si está a la altura de las exigencias de lo que esperan los clientes y si es capaz de satisfacer sus necesidades en comparación con otros del mercado. El público busca productos da calidad a buen precio, y si esta máxima no se cumple, lo más probable es que acaben marchándose a la competencia para encontrar alternativas. Por tanto, evaluar este factor y corregirlo si el resultado no es óptimo, se vuelve determinante para el buen desarrollo de cualquier tipo de negocio.
Conocer los canales que utilizan los clientes para contactar con la empresa ofrece la posibilidad de saber más sobre ellos, por lo que es oportuno preguntarse qué plataformas usan y cuáles podemos aprovechar en nuestro beneficio. Así, se puede plantear una estrategia de comunicación efectiva que ofrecerá una mejor atención al cliente, el envío de publicidad afín a sus gustos o contenidos específicos gracias a una segmentación del público más acertada.
Y todo ello, enmarcado en la confección de un correcto plan de marketing y comunicación previamente diseñado que, alineado con la estrategia comercial de la empresa, consiga segmentar correctamente a nuestro público objetivo y ofrecerle información relevante y de interés, con una oferta clara que destaque los puntos fuertes de nuestros productos por delante de los de la competencia.
Los recursos humanos y su estructura organizativa en la empresa, es sin duda uno de los puntos más determinantes ya que se trata de uno de nuestros mayores activos. Así pues, en este autodiagnóstico, no hemos de dejar de lado este aspecto; cuál es el organigrama funcional de la plantilla, se adapta a nuestras necesidades empresariales, cómo está la motivación del equipo y su implicación en general, evaluamos o no el desempeño de las competencias periódicamente además de su productividad, definimos políticas salariales, de formación, canales de comunicación con los empleados, etc.
No hay que olvidar otros aspectos clave relacionados con la administración, contabilidad y finanzas de la empresa, realizando periódicamente un seguimiento de la evolución de la ejecución presupuestaria, analizando las necesidades de tesorería, el control de costes y márgenes de explotación de cada línea de producto o si tenemos excesivos gastos financieros entro otros aspectos económicos.
En definitiva, el autodiagnóstico del estado de la compañía permite determinar la rentabilidad de sus productos y servicios, así como evaluar el funcionamiento de sus procesos internos. En CEDEC, consultoría de Organización Estratégica Empresarial, apostamos por realizar estas acciones con regularidad para analizar el desarrollo de todo tipo de empresas a largo del tiempo, para poder rectificar o efectuar los cambios apropiados en cada situación. De esta manera seremos capaces de seguir avanzando hacia el objetivo de la consecución de la Excelencia Empresarial en nuestra gestión.
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