Benchmarking: cómo aprender de los que lo están haciendo bien
Comparar(se) para mejorar: una estrategia inteligente para la empresa familiar y la pyme
Las empresas familiares y las pymes necesitan herramientas que les permitan adaptarse a los cambios y crecer en un entorno cada vez más competitivo.
En CEDEC, Consultoría de Organización Estratégica, más que consultores de la empresa, somos consejeros de los empresarios de pymes y de empresas familiares.
Una de estas herramientas es el benchmarking, que ayuda a identificar fortalezas, detectar carencias y descubrir oportunidades.
¿Qué es el benchmarking? ¿Para qué sirve?
El término benchmarking proviene del inglés y significa “punto de referencia”. En el ámbito empresarial, consiste en comparar los procesos, productos o resultados de una empresa con los de otras que destacan en el mercado.
No se trata de copiar, sino de aprender de los mejores y adaptar las buenas prácticas a la realidad de la empresa.
Esto, por otro lado, puede reportar beneficios como son la mejora en la eficiencia de los procesos, la detección de debilidades internas y el conocimiento de las tendencias de un sector.
La oportunidad está en innovar a partir de lo que hacen bien otros, aumentando propia competitividad y la satisfacción de los clientes.
En definitiva, es una herramienta para tomar mejores decisiones y orientar la empresa hacia la excelencia.
¿Es igual en un mercado online que en uno físico?
El objetivo del benchmarking es el mismo: comparar y mejorar. Sin embargo, los matices difieren según el mercado.
Por un lado, en el mercado físico se analizan factores como ubicación, servicio al cliente en tienda, tiempos de entrega o logística.
Por otro, en el mercado online el foco está en la experiencia digital: usabilidad web, rapidez de carga, estrategias de SEO, presencia en redes sociales o atención al cliente en canales digitales.
En ambos casos, la clave es seleccionar bien qué aspectos son relevantes para el negocio y medirlos con rigor.
Cómo hacer un benchmarking eficaz
El benchmarking requiere un proceso ordenado y una atención constante. Hemos estructurado este proceso en 6 pasos:
1. Definir objetivos: ¿Qué quieres mejorar? ¿La productividad, la atención al cliente, la comunicación digital, los costes de producción? Sin objetivos claros, el benchmarking se diluye.
2. Seleccionar a las empresas de referencia: Pueden ser competidores directos o empresas de otros sectores que destaquen en el área que quieres analizar. Lo importante no es solo compararte con tu competencia inmediata, sino también con aquellas empresas que destacan marcando tendencias a nivel global.
3. Recolectar información: ¿A qué fuentes de información puedes acudir? Existen fuentes de información como informes empresariales, páginas Web, estudios sectoriales... Pero también puedes captar información con visitas de comprador misterioso. El entorno digital ofrece, además, otras muchas herramientas a las que puedes recurrir.
4. Analizar y comparar: Estudia las diferencias entre tu empresa y las referentes que hayas seleccionado. Pregúntate: ¿Qué hacen mejor ellos? ¿Por qué? ¿Qué recursos emplean?
5. Diseñar un plan de acción: Limitarse a observar no sirve de mucho. Las conclusiones deben convertirse en medidas concretas para tu empresa. Es necesario aplicar cambios medibles.
6. Evaluar y mejorar de forma continua: El benchmarking no es un ejercicio aislado. Debe repetirse periódicamente para seguir aprendiendo, ajustar procesos y adaptarse a un entorno cambiante.
Recomendaciones finales para empresas familiares y pymes
Lo mejor es comenzar por analizar un área concreta (por ejemplo, la atención al cliente), sin pretender abarcarlo todo.
El resultado de tu análisis no puede limitarse a copiar exactamente lo que has descubierto que hacen otros: debes adoptar la idea y adaptarla a tu propia cultura de empresa y a tus recursos.
Es clave involucrar al equipo, porque hacerlos partícipes en este proceso de mejora, les motivará y generará compromiso.
En CEDEC, Consultoría líder en Europa en gestión, dirección y organización de empresas, disfrutamos de ayudar a personas para que tengan la empresa que se merecen y, lo más importante, a que disfruten de ser empresarios. El benchmarking es una herramienta clave para la empresa familiar y la pyme. Permite aprender de los mejores, detectar debilidades y mejorar procesos. Ya sea en mercados físicos u online, su eficacia depende de un método ordenado: definir objetivos, seleccionar referentes, comparar y aplicar mejoras de forma continua.
0 Comentarios