Coronavirus y Compraventa de Empresas
22-02-2021
Por qué, a diferencia de lo sucedido en la crisis de 2008, ahora la compraventa de empresas sigue muy activa
La caída de la economía ha alcanzado cifras jamás vistas. Y con ella el incremento del desempleo y el destrozo de los equilibrios macroeconómicos. Sin embargo, la compraventa de empresas sigue muy activa a diferencia de lo sucedido en la larga crisis que estalló en 2008 pese a que en ningún momento adquirió un dramatismo similar al del COVID-19.
Ello por cuánto:
• Esta es una crisis sanitaria no financiera como la de 2008. Además, la pandemia nos alcanza con un tejido empresarial competitivo y un sistema financiero saneado, a diferencia del escenario de 2008.
• La liquidez es extraordinaria y a unos tipos de interés reducidos cuando no negativos. En 2008 padecimos un credit crounch, o crisis de crédito, que empujó a miles de empresas a la quiebra.
• La Unión Europea ha funcionado, a diferencia de lo sucedido hace una década, en que reaccionó tarde y mal. Ahora, el Banco Central Europeo, con las inyecciones masivas de liquidez, y la Comisión Europea, con las ayudas directas next generation, aciertan en el diagnóstico y las actuaciones.
• A medida que la crisis sanitaria se estabiliza, la actividad empresarial va recuperando el nivel previo a la pandemia, pero los sectores se transforman. Algunos aparecen, otros crecen, mientras que otros pierden relevancia.
• Y algo similar sucederá con las empresas cuya recuperación puede llegar pronto, atendiendo a su sector de actividad y al acierto en la gestión y orientación en el nuevo contexto.
¿Cómo actúa en el nuevo escenario el comprador?
Tras unos meses de ralentización, el comprador, ya sea estratégico o financiero, vuelve a proceder según criterios tradicionales y se muestra muy activo. Su comportamiento podría responder a las siguientes consideraciones:
• El comprador no busca gangas. Le interesan compañías con perspectivas a medio plazo, sin tener en cuenta los meses marcados por la COVID-19. Y se dispone a aceptar precios que respondan a dichas expectativas.
• El comprador estratégico desea adquirir compañías para incrementar dimensión y competitividad (vía mayor cuota en el mercado actual, nuevos mercados geográficos, productos innovadores, o nuevos conocimientos) en una economía globalizada y cargada de complejidad e incertidumbre, pero también de oportunidades extraordinarias.
• El comprador financiero necesita invertir la enorme liquidez. La compra de empresas es su mejor alternativa, dados los bajos tipos de interés y el poco atractivo de los mercados bursátiles tradicionales.
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