La contribución de las empresas a la Agenda 2030

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU son una brújula importante para transformar el mundo. Estos se han elaborado bajo el marco de la Agenda 2030, un impulso que engloba los esfuerzos de las personas, las empresas y los gobiernos. Se busca así reducir el impacto de nuestras actividades económicas a nivel mundial, pero también motivar un cambio de mentalidad en todos los estratos de la sociedad que garantice un mejor reparto de los recursos.

En este contexto, tanto las grandes empresas como las pymes tienen mucho que decir, ya que son agentes dinamizadores fundamentales que canalizan las aspiraciones de los consumidores. Uno de los principales beneficios que puede asegurarse es la confianza de una parte, cada vez mayor, de la población, que prefiere trabajar con empresas plenamente concienciadas.

En CEDEC, Consultoría de Organización Estratégica líder en Europa en gestión, dirección y organización para empresas familiares y pymes desde 1965, apoyamos cualquier iniciativa enfocada en este sentido y animamos a todas las empresas a sumarse a este movimiento que nos beneficiará, en mayor o menor medida, a todos nosotros.

Los estados miembros de Naciones Unidas adoptaron en 2015, y por unanimidad, la Agenda 2030, que contiene diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible. Estas metas se centran en cuestiones sociales, como la pobreza y la educación, y en cuestiones ambientales, como el cambio climático y la biodiversidad... Pero también en el crecimiento económico, la reducción de las desigualdades y la innovación.

El sector privado parece haber abrazado con entusiasmo los ODS: muchas grandes empresas los apoyan y utilizan en sus políticas de sostenibilidad indicando, por ejemplo, con qué objetivos tienen la intención de contribuir de manera más significativa. Asociaciones empresariales como el Pacto Mundial de las Naciones Unidas o el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) también se centran en los ODS, mediante la organización de conferencias y publicación de documentos de orientación.

Sin embargo, sigue siendo poco clara la forma que debería adoptar esta contribución de las empresas. Considerar simplemente el papel de estas en la estimulación del crecimiento económico y la creación de empleo es un enfoque demasiado sesgado, ya que es bien sabido que las actividades comerciales también pueden generar impactos negativos. Y muy especialmente en aquellos que se encuentran en las posiciones más precarias del mundo.

Por tanto, para alcanzar la excelencia empresarial también hay que tener en consideración la forma en cómo se hacen los negocios. Las empresas generan empleo, sí, pero las condiciones laborales pueden suponer una contribución real a los ODS.

Otro de los desafíos es determinar cómo tendrían que hacer frente las empresas a las fuertes interrelaciones entre diferentes ODS; la resolución que plasma estos objetivos es clara sobre lo universal, integrado e indivisible de la naturaleza de los mismos. Por esta razón las organizaciones no deben centrarse en un solo ámbito de intervención, aunque lo más lógico es que se centren en actuar en aquellas parcelas de responsabilidad más relevantes para sus operaciones.

En CEDEC, consultoría de organización estratégica líder en Europa en gestión, dirección y organización para empresas familiares y pymes, estamos alineados con los fundamentos que persigue la Agenda 2030, sin duda, un paso más en el camino de la consecución de la excelencia empresarial